Los últimos meses post-verano han sido sumamente intensos para el sector energético: decenas de foros con expertos de todo el mundo tratan de adivinar cuáles deberían ser las mejores prácticas que México debería introducir en este sector para tener la energía suficiente para su crecimiento .
Ahora bien, lo que ha quedado claro ha sido una cosa: el sector industrial, especialmente a raíz del nuevo fenómeno del nearshoring, necesita dos cosas: energía y sostenibilidad.
En este sentido, la pregunta clave es: ¿qué pueden hacer las pymes para corregir, aunque sea parcialmente, esta situación? Una opción, en la modesta visión del escritor, es la figura de la oferta aislada.
Este nació a raíz de la reforma de diciembre de 2013, y es una forma de generar energía para cubrir las propias necesidades.
Esta figura ha tenido una modificación a finales de 2021, por lo que su forma de implementación se ha vuelto más restrictiva, pero de igual forma, en un momento en que se presente una paralización regulatoria de los permisos de generación para centrales de gran porte, podría representar una señal de autoridad en tener una puerta abierta para aprovechar esa opción.
La nueva normativa presenta puntos clave a la hora de solicitar el permiso de generación: primero, el dueño de la planta debe pertenecer al mismo grupo de interés que el centro de carga, ya que se le exige participar con control del capital social.
En segundo lugar, se requiere, en caso de tener interconexión, que la planta tenga un representante en el mercado y que, en caso de descargar excedentes, pague los costos por servicios del Mercado Eléctrico Mayorista.
En tercer lugar, la capacidad instalada neta deberá ser igual o inferior a la demanda contratada del centro de carga asociado a la planta.
La posibilidad de obtener permisos garantizaría a las pymes reducir su huella de carbono mediante instalaciones que aprovechen las energías renovables; mejorar la calidad de su energía; reducir la carga de las redes de distribución de la Comisión Federal de Electricidad; y un beneficio en competitividad por el costo de la energía que no está sujeto a las variaciones del mercado.
En definitiva, hoy el suministro aislado representa una gran oportunidad para el sector eléctrico, y una necesidad para el crecimiento de las pymes mexicanas, ante las nuevas inversiones que surgen del nearshoring.
POR PAOLO SALERNO
Socio Gerente de Salerno y Asociados
@PAOLO_SALERNO Y @SA_ENERGIA
MBL