WASHINGTON — Los líderes republicanos y demócratas luchan el lunes por el apoyo que necesitan para que un proyecto de ley que busca evitar un incumplimiento catastrófico de EE. UU. tenga suficiente apoyo en el Congreso.
A una semana de la fecha que según el Departamento del Tesoro marcaría el momento en que Estados Unidos comenzaría a quedarse sin fondos, el 5 de junio, el proyecto se originó en un acuerdo liderada por el presidente Joe Biden y el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, enfrenta el rechazo de la extrema izquierda de los demócratas y la derecha opositora
Los republicanos ultraconservadores consideran que McCarthy debería haber asegurado recortes aún mayores del gasto público en este acuerdo a cambio de aumentar el límite de endeudamiento de Estados Unidos, necesario para evitar una moratoria y asegurar el funcionamiento del Estado federal.
Mientras tanto, la extrema izquierda del gobernante Partido Demócrata también está descontenta con la decisión del presidente de ceder y aceptar recortes en el gasto público.
tácticas dilatorias
Biden y McCarthy dijeron que confiaban en que el texto se aprobaría el miércoles en la cámara baja dominada por los republicanos, antes de ir al Senado controlado por los demócratas. Pero los insatisfechos podrían retrasar el proceso.
Los dos mandatarios negociaron durante semanas y lo que está en juego sigue siendo la posibilidad de un impago sin precedentes de los deuda estadounidense, considerada la más segura del mundo, un escenario que podría sacudir las finanzas mundiales.
El acuerdo bipartidista suspende el llamado «techo» de la deuda federal, que actualmente asciende a 31,4 billones de dólares, durante dos años, suficiente para pasar las próximas elecciones presidenciales de 2024 y permitir que el gobierno siga endeudándose y manteniéndose solvente.
Con el acuerdo, Biden tiene la tranquilidad de que no pasará por otra crisis similar durante su campaña de reelección, y los republicanos se aseguran de poner algunos límites al gasto público durante ese período preelectoral.
concesiones mutuas
Los dos campos reclamaron la victoria después del acuerdo.
“Pueden tratar de hacer que parezca que hice algún tipo de compromiso sobre el techo de la deuda. No lo hice”, se justificó Biden al hablar con los periodistas.
McCarthy, por su parte, calificó el acuerdo como una «serie histórica de victorias».
En realidad, la comprensión representa una serie de toma y daca.
Biden inicialmente se negó a negociar con los republicanos, a quienes acusó de mantener a la economía como rehén.
Y los grandes recortes que querían los republicanos no aparecen en el texto, a pesar de que el gasto -salvo en defensa- se mantendrá estable el próximo año y solo subirá en 2025.
Luego de la divulgación del texto final el domingo, los miembros de la cámara tendrán las 72 horas requeridas para estudiarlo antes de votar.
La escasa mayoría de McCarthy en la Cámara de Representantes requerirá un apoyo significativo de los demócratas para equilibrar la disidencia dentro de la oposición.
En el Senado, existe la posibilidad de que los senadores intenten retrasar la aprobación de la ley con enmiendas que acercarán peligrosamente el proceso al 5 de junio.
La primera nota estridente de la oposición republicana provino del representante Dan Bishop, miembro del ultraconservador House Freedom Caucus, quien tuiteó un emoji de vómito y criticó a McCarthy por lograr «casi cero».
Al mismo tiempo, un miembro del Caucus Progresista de la Cámara, Ro Khanna, argumentó que muchos demócratas se preguntan si apoyarán el acuerdo.
“El acuerdo representa un compromiso, lo que significa que no todos obtienen lo que quieren. Esa es responsabilidad de gobernar”, resumió Biden.
La batalla ha sido seguida de cerca por las principales agencias de calificación, con Morningstar y Fitch advirtiendo que podrían optar por una rebaja en la calificación de la deuda de EE. UU., incluso si se evita el incumplimiento.
FUENTE: Con información de AP