Al menos 18 personas fallecieron por los fuertes tornados que azotaron el medio oeste y sur de Estados Unidos en las últimas horas. Miles de personas quedaron sin servicio eléctrico e incluso se derrumbó el techo de un teatro donde unas 260 personas asistían a un concierto de heavy metal.
Se desconoce el número exacto de muertes y podría aumentar en las próximas horas a medida que los servicios de emergencia en los estados más afectados salgan a las calles para evaluar los daños y encontrar sobrevivientes, a veces yendo de puerta en puerta, informa la agencia. EFE.
Hasta el momento, las autoridades locales han confirmado la muerte de siete personas en Tennessee, cinco en Arkansas, tres en Indiana, una en Alabama, una en Illinois y una más en Mississippi.
Ante el devastador impacto de los tornados, el presidente estadounidense, Joe Biden, se comunicó este sábado con la administradora de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), Deanne Criswell, quien coordina la respuesta federal al desastre.
El presidente también habló por teléfono con la gobernadora de Arkansas, Sarah Huckabee Sanders, y los alcaldes de Little Rock, Frank Scott, Jr. y la alcaldesa de Wynn, Jennifer Hobbs, quienes representan a dos de las ciudades de Arkansas más afectadas por los tornados, detalló la Casa Blanca en un comunicado.
El gobernador de Arkansas, que entre 2017 y 2019 fue vocero de la Casa Blanca junto a Donald Trump, movilizó a 100 miembros del cuerpo de reserva de la Guardia Nacional para responder al desastre y declaró el estado de emergencia para poner los recursos del estado al alcance de la mano. servicio de los esfuerzos de búsqueda.
En Little Rock, la capital de Arkansas, unas 2.000 viviendas resultaron dañadas por los tornados y al menos 30 personas han sido hospitalizadas, según el alcalde Frank Scott Jr.
«Sabemos que los vecinos de Little Rock son resistentes y lo superaremos juntos», dijo Scott Jr. el sábado en un video en Twitter, en el que todavía se podía escuchar el viento soplando con fuerza.
En el norte de Illinois, los tornados dejaron una escena de «caos absoluto», en palabras del jefe de policía de Belvidere, Shane Woody, según el Chicago Tribune.
En Sullivan (Indiana), los fuertes vientos y las lluvias torrenciales han dejado «irreconocibles» algunas zonas, ha dicho este sábado el alcalde de la localidad, Clint Lamb, en rueda de prensa, quien ha asegurado que el proceso de recuperación «va a ser muy largo».
“Honestamente, me sorprende que no haya habido más daños”, reconoció Lamb, explicando que afortunadamente para su ciudad los tornados pasaron por el sur y no atravesaron la ciudad.
Aparte de los daños humanos y de infraestructuras, los tornados han dejado sin electricidad unas 60.000 viviendas en Tennessee y 37.000 en Arkansas, dos de los estados más afectados, según datos de la web PowerOutage.us, que monitoriza este servicio.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS), se reportaron tornados el viernes por la noche en siete estados: Arkansas, Missouri, Illinois, Indiana, Tennessee, Wisconsin, Iowa y Mississippi.
Se espera que la tormenta se desplace hacia el este el sábado, por lo que se han emitido alertas por fuertes vientos en Alabama y Georgia.
Los tornados azotaron el medio oeste y el sur del país pocas horas después de que Biden visitara el viernes la ciudad de Rolling Fork, Mississippi, que fue devastada la semana pasada cuando una serie de fuertes tornados azotó la región y mató a 26 personas.
Con información de agencias
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