Esto no quiere decir que el trabajo no sea pesado, difícil o complejo, lo que significa es que te encanta hacerlo la mayor parte del tiempo. Un problema común es que muchas personas no saben lo que les apasiona, lo que les hace vibrar, sentirse vivos y/o no saben cómo convertir su pasión en un trabajo. Trabajar solo por dinero no es suficiente, el que tiene pasión te hará feliz. La compensación financiera viene además.
Muchos otros no saben que el trabajo puede y debe disfrutarse, que el trabajo dignifica la existencia del ser humano y que es un medio para desarrollarse.
El profeta Khalil Gibran hace una profunda reflexión sobre el trabajo y dice: “el trabajo es el amor hecho visible”. Y que si no puedes trabajar con amor y lo haces con disgusto, es mejor que no lo hagas. Dice que trabajando con amor te integras con el otro y con Dios. Trabajar con amor es: «Tejer la tela con los hilos tomados de tu corazón como si tu amado la vistiera, es construir una casa con cariño como si tu amado la habitara, es sembrar granos con ternura y recoger la cosecha como si bien amado debe comer sus frutos.Él destaca la importancia de estar orgulloso del trabajo que uno hace.
Malcolm Gladwell en su libro Outliers describe como las personas que se han convertido en líderes en su área o han sobresalido por su éxito se deben a que han dedicado horas y horas a lo que los hace excelentes y lo hacen por pasión, esa pasión los hace practicar y la la práctica los lleva a la perfección. Él dice que para perfeccionar cualquier habilidad, en cualquier campo, tienes que trabajar en ello durante al menos 10.000 horas. Solo puedes hacer esa cantidad de horas en algo que te apasione. Desde Bill Gates hasta los jugadores de fútbol y los Beatles, practicaron tantas horas que se destacaron naturalmente en su campo.
Ahora bien, puede ser que no te guste el trabajo que tienes, pero lo necesitas. Puedes aprender y explorar algo que te guste e intentar incorporarlo o relacionarlo con tu trabajo, o cambiar roles dentro de la misma empresa. Habla con tu jefe y explícale lo que podrías hacer. Si no eres feliz, no dejes de buscar oportunidades.
Muchas personas se quedan en trabajos que no les gustan porque no saben que se puede disfrutar del trabajo y, lo que es peor, no saben lo que les gustaría hacer.
Tienes que cambiar el chip. A veces la sociedad nos inculca que el trabajo debe verse como algo pesado, algo desagradable. Pensemos en lo reconfortante que es sentirse útil y productivo gracias al trabajo que realizamos. Eduquemos a los niños con la mentalidad de satisfacción y realización personal a través del trabajo, ayudémosles a identificar desde temprana edad lo que les gusta y desarrollar esas habilidades para que cuando tengan que elegir una carrera y luego un trabajo, sepan lo que les gusta. Además, enséñales con el ejemplo.
MAÍZ
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