
El FBI ha revelado una amenaza potencial para la reina Isabel II durante su viaje de 1983 a la costa oeste de EE. UU.
ARCHIVO – El superintendente del parque, Bob Binnewies, señala aspectos destacados desde Inspiration Point hasta la reina Isabel II durante su visita el sábado 5 de marzo de 1983 en el Parque Nacional Yosemite, en California. El FBI ha revelado una amenaza potencial para la difunta reina Isabel durante su viaje de 1983 a la costa oeste de Estados Unidos. Los documentos fueron publicados esta última semana de mayo de 2023 en el sitio web de registros del FBI. (Foto AP/Walt Zeboski, archivo)
La Prensa Asociada
WASHINGTON — El FBI ha revelado una amenaza potencial para la reina Isabel II durante su viaje de 1983 a los Estados Unidos.
Los documentos fueron publicados esta semana en el sitio web de registros del FBI. La reina Isabel II murió en septiembre pasado después de un reinado de 70 años.
La visita de la costa oeste de la reina con su esposo, el príncipe Felipe, incluyó una parada en San Francisco en marzo de 1983. El FBI dijo que un oficial de policía de San Francisco que frecuentaba un bar popular entre los simpatizantes del Ejército Republicano Irlandés había recibido una llamada telefónica en febrero. 1983 de un hombre que afirmó que su hija había sido asesinada en Irlanda del Norte por una bala de goma.
Según los documentos, el hombre dijo que iba a “intentar dañar a la reina Isabel” arrojando un objeto desde el puente Golden Gate al yate real de la reina o tratando de matarla durante una visita al Parque Nacional Yosemite. Los documentos decían que el Servicio Secreto tenía la intención de cerrar las pasarelas del puente cuando el yate se acercaba.
Los nombres del oficial y de la persona que llamó fueron redactados en los documentos, que no indicaron si se tomaron precauciones en Yosemite o si se realizaron arrestos. Un memorando del 7 de marzo de 1983 indicó que la reina completó la visita a Estados Unidos “sin incidentes” y que “no se justifica una mayor investigación”.
Los documentos detallaron otras preocupaciones de seguridad relacionadas con las visitas de la reina a varias ciudades de Estados Unidos. Cuando asistió a un juego de los Orioles de Baltimore con el presidente George HW Bush en mayo de 1991, varias docenas de manifestantes en el parque corearon consignas que condenaban la política británica en Irlanda del Norte.