Un hincha argentino durante el partido contra Arabia Saudita en el Mundial de Qatar.- AFP
No les descubro nada si les digo que el futbol levanta pasiones. Si bien es cierto que no todas las naciones muestran este fervor con la misma intensidad y elocuencia.
El pueblo argentino, dueño de una tradición futbolística y literaria Sobresaliente, maneja como pocos ese delirio futbolístico, combinando ambas disciplinas con miras a sublimar, llegado el momento, la derrota a través de la palabra.
Y es que, en momentos de zozobra, por qué blandir un previsible “mal árbitro” cuando existe la posibilidad de tergiversar el lenguaje y llevarlo a otros niveles: «árbitro come termotanque de leche».
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La reciente derrota de la selección albiceleste ante la a priori inocua selección de Arabia Saudí en el Mundial de Qatar ha puesto en marcha todo un exhibición blasfema cuyos mejores momentos el equipo de Tremending ha recopilado amablemente para ti.
Y es que sólo personas con una notable capacidad de síntesis podrían decir tanto con tan poco –«Árbitro, tu mamá es tu prima y tu papá es tu tío»-por no hablar de la precisión descriptiva de sus imprecaciones- «nos vamos perdiendo con los hijos de mil putas, estos que se criaron bebiendo agua del mismo río donde dos minutos antes cagaron sus vecinos, el cabrón».
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Destacar también el sugerente manejo de la parodia al servicio de la humillación y el desastre: «Nos emocionamos cuatro años y madrugamos a ver cómo nos pillaban 11 domadores de camellos que entrenan jugando con minas terrestres en el desierto, merecemos extinguirnos».
ALADDIN NOS ESTÁ GANANDO
— Saul Meowman ???????????????????? (@saul_meowman) 22 de noviembre de 2022
Comienza un nuevo Mundial y en este siguen siendo los mejores. Argentinos insultando. pic.twitter.com/8UwO92dsTv
— Me llaman Jimmy (@TirodeGraciah) 22 de noviembre de 2022
El argentino más tranquilo tras perder contra Arabia Saudita. pic.twitter.com/HINFGf3k82
— Me llaman Jimmy (@TirodeGraciah) 22 de noviembre de 2022
Ahora ha comenzado la Copa del Mundo. pic.twitter.com/t72lfZ1JxW
— Cricri (@buttercri) 22 de noviembre de 2022
*Argentina pierde un partido de la Copa del Mundo*
argentinos: pic.twitter.com/hGaqBDMe28
— Yogulado (@Supertramp9713) 22 de noviembre de 2022
La riqueza del léxico que vamos a experimentar con los insultos argentinos hacia su selección va a ser el mayor impulso del castellano desde el Siglo de Oro español.
— Kim Jong-un (@norcoreano) 22 de noviembre de 2022
Insultos argentinos, ¿con cebolla o sin cebolla?
—Nidea???? (@nyconene) 22 de noviembre de 2022
Será un buen día porque leeremos la mejor categoría que tiene Twitter: insultos argentinos
— Jesucristo Carrefour ???? (@CristoAtado) 22 de noviembre de 2022
Estos son TOP 1 pic.twitter.com/dTP9wMjdM3
—Javier Reina (@79_reina) 22 de noviembre de 2022
—Javier Reina (@79_reina) 22 de noviembre de 2022
No hay duda, el pueblo argentino elevó la blasfemia al Olimpo de las bellas artes. Encontró en la palabra el salvoconducto de la redención y nos dio, de paso, un catálogo hecho de irreverencia e imaginación. Ya lo dijo Borges, «la derrota tiene una dignidad que la ruidosa victoria no merece».
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