Asesinan a una periodista mexicana en Tijuana

El comunicador trabajó como corresponsal en Tijuana (noroeste) desde la década de 1990 para un medio mexicano y colaboró ​​con el Primer Sistema de Noticias (PSN), propiedad del exgobernador de Baja California Jaime Bonilla (2019-2021), miembro del oficialismo Morena. fiesta.

Sin embargo, Maldonado tenía un conflicto laboral con PSN, que, según aseguró días atrás, había ganado y por el cual un juez ya había ordenado el embargo de las instalaciones de ese medio para garantizar una compensación económica, dijo a la AFP Sonia de Anda, del grupo Yo. si soy periodista, de Baja California.

Maldonado asistió a una de las conferencias matutinas del presidente Andrés Manuel López Obrador en 2019 para pedirle ayuda en el juicio laboral contra Bonilla.

“Vengo a pedirles apoyo, ayuda y justicia laboral porque temo por mi vida”, dijo en esa oportunidad.

El presidente la había derivado a su «coordinador de comunicación social» (vocero).

“Para que te atienda, te apoye para que se pida justicia, y que no haya influencia (amiguismo)”, dijo entonces el mandatario.

De Anda explicó que Maldonado pidió hace un año ayuda al mecanismo estatal de protección a periodistas porque se sentía «vulnerable» en medio del conflicto laboral.

“Se le asignó vigilancia de la policía municipal cuando llegaba o salía de su casa, pero aparentemente esa protección le fue retirada”, explicó.

«Estamos calmados»

En la tarde de este lunes, Bonilla aseguró en una entrevista con Radio Fórmula que no tiene ninguna responsabilidad en el asesinato y que si las autoridades judiciales lo llaman a declarar, acudirá «inmediatamente».

“Estamos tranquilos. El día que me citen voy de inmediato, no hay problema por eso”, dijo Bonilla, quien calificó el crimen como “una vergüenza”.

Para el juicio, el periodista ganó 500.000 pesos, equivalentes a poco más de 24.000 dólares, dijo Bonilla.

“Nunca hubo una amenaza, ni siquiera una discusión, de mi empresa, de mis colaboradores hacia eso”, enfatizó Bonilla.

Comunicadores de Tijuana y otras localidades del país se manifestaron este lunes para exigir esclarecimiento de lo ocurrido con la protección policial.

No descartan motivo político

López Obrador expresó este lunes sus condolencias a los familiares de Maldonado y dijo que «me duele mucho lo que pasó».

Aseguró que tras su presencia en esa conferencia matutina, el gobierno mantuvo comunicación con Maldonado. “Fue ayudado y se le garantizó que su pedido sería atendido”.

Argumentó que se debe investigar el móvil y las circunstancias del crimen. “No se puede vincular automáticamente una demanda de tipo laboral a un delito, no es responsable adelantar ningún juicio”, dijo López Obrador.

Sin embargo, consideró que «tampoco se debe descartar el aspecto político, porque siempre hay confrontación, hay diferencias y el objetivo siempre es dañar a los adversarios».

Impunidad

La delegada de Reporteros Sin Fronteras (RSF) en México, Balbina Flores, denunció el crimen y dijo a la AFP que hechos como estos “mandan el mensaje de que se mata a los periodistas y no pasa nada porque no hay quien los detenga (a los agresores).

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés) se declaró en Twitter «conmocionado» por el asesinato de Maldonado y pidió «a las autoridades que investiguen el ataque de manera exhaustiva y transparente».

El lunes pasado, el fotoperiodista Margarito Martínez, colaborador del semanario Zeta y de medios extranjeros, había sido asesinado a balazos en Tijuana.

El 10 de enero, en la ciudad de Xalapa, en el estado de Veracruz, el periodista José Luis Gamboa recibió varias puñaladas en la calle y fue trasladado al hospital, donde murió cuatro días después.

El comunicador ya no trabajaba en medios pero hacía análisis en redes sociales.

En 2021, según un recuento de la AFP, al menos siete periodistas fueron asesinados en México, aunque no se ha probado en todos los casos que sus muertes fueran consecuencia de su trabajo.

México es considerado uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo, con más de un centenar de comunicadores asesinados desde el año 2000, según cifras de la Comisión de Derechos Humanos (ombudsman).

Más del 90% de los homicidios de comunicadores en el país quedan impunes, denuncian organizaciones que defienden la libertad de expresión.

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