Los TCA (anorexia, bulimia, trastorno por atracón) son trastornos multicausales y, por tanto, es necesario un abordaje terapéutico multidimensional que afecte a todas las áreas afectadas por la enfermedad. “Como trastorno complejo, los trastornos alimentarios solo pueden abordarse desde la complejidad. Hay que tener en cuenta innumerables variables biológicas, personales, sociales y familiares en su conjunto, no de forma atomizada, para que los tratamientos sean realmente decisivos”, explica Antoni Grau, Director Clínico de Korian España.
Un cuarto de siglo al servicio de la sociedad
Ita fue fundada en 1998 para ofrecer asistencia especializada en problemas de salud mental. El tratamiento de Ita para este tipo de patologías se ha convertido en un referente internacional, ya que pone a la persona en el centro del tratamiento.
“En las conversaciones de nuestros equipos, los protagonistas no son los diagnósticos, sino las personas, su sufrimiento idiosincrático y sus necesidades. De estas necesidades nacen los tratamientos que nos vienen, la investigación cuando no sabemos algo y la innovación cuando queremos dar respuesta a nuevas necesidades detectadas”, afirma el Director Clínico.
Ita, especialistas en salud mental, lleva 25 años ofreciendo tratamiento en Trastornos de la Conducta Alimentaria
El método de intervención de Ita busca erradicar los síntomas de la enfermedad, pero siempre lo hace interviniendo en los factores que los producen. De esta manera, también es posible minimizar las recaídas.
Interdisciplinario y coordinado
Para todo ello, Ita cuenta con un equipo interdisciplinar formado por psicólogas, psiquiatras, médicas, enfermeras, nutricionistas y educadoras sociales. Todos ellos trabajan de forma coordinada para recuperar todas las zonas afectadas por el TCA.
Ita ofrece un trato especializado y personalizado, teniendo en cuenta las vivencias, vivencias y necesidades de cada paciente.
“Los TCA son el paradigma de la heterogeneidad, una diversidad que surge del cruce entre factores de personalidad, sociales, biológicos, familiares y de historia de vida que hace imposible encontrar dos casos idénticos a los que aplicar, por tanto, el mismo tratamiento”. Por ello, Ita ofrece un trato especializado y personalizado, teniendo en cuenta las vivencias, vivencias y necesidades de cada paciente. Un punto a destacar en el tratamiento de los trastornos alimentarios es el trabajo con la familia.
Como comenta Antoni Grau, “en Ita creemos que la familia juega un papel muy importante en todo el proceso de recuperación del paciente. Por eso, trabajamos con la familia desde el inicio del tratamiento, conscientes de que interviniendo con la familia mejoramos directamente el pronóstico del tratamiento y el progreso del paciente hacia la consecución de la autonomía personal”.
red nacional de atención
Ita cuenta con una red asistencial formada por más de 40 centros en las principales ciudades del territorio español y con diferentes recursos para poder ofrecer una continuidad asistencial adaptada a las necesidades y gravedad de cada caso.
- La hospitalización está destinada a aquellos casos en los que existe un compromiso físico que pone en riesgo la vida del paciente o cuando el resto de estrategias menos intensivas han fracasado.
- El hospital de día permite preservar las actividades del paciente en su comunidad como el trabajo, la formación u otros ámbitos de participación.
- Finalmente, las consultas externas son el recurso de elección para aquellos casos en los que no se requiere apoyo profesional durante las admisiones.
“No es raro que durante un proceso de tratamiento el paciente deba pasar por los diferentes recursos. Para evitar discontinuidades es muy importante la coordinación entre dispositivos y equipos profesionales que trabajen bajo un mismo modelo terapéutico”. Con el tratamiento adecuado, una persona con un trastorno alimentario puede recuperarse. Según la Guía de Práctica Clínica sobre trastornos alimentarios del Ministerio de Sanidad, alrededor del 50-60% de los pacientes se recuperan por completo; el 30% lo hace parcialmente; y solo el 10-20% se vuelven crónicos.
“Prestamos mucha atención a la evaluación continua de los resultados de nuestras intervenciones. Aunque nuestros criterios de alta son muy exigentes y no se limitan a la desaparición de los síntomas alimentarios, nuestra tasa de éxito oscila entre el 70% y el 88% según los recursos”.
Ita se ha convertido en un referente en el tratamiento de los trastornos alimentarios durante estos 25 años gracias a su compromiso con los pacientes, su metodología centrada en la persona, la alta especialización de sus tratamientos, su amplia red asistencial y su equipo interdisciplinar. Tiene una amplia experiencia en este tipo de patología.