Como en toda relación entre vecinos, conviene llevarse bien, ya que la convivencia entre ambos se verá facilitada por una sana y cordial comunicación. Lo mismo sucede con los estados, ciertos eventos pueden subir los ánimos, lo que a la larga afectará sus relaciones bilaterales.
La relación entre México y Estados Unidos, si bien ha atravesado momentos difíciles a lo largo de su historia, en las últimas décadas se ha mantenido en niveles adecuados.
En la presente administración ha habido disputas en relación al T-MEC, pero nada que no pueda ser superado. Sin embargo, hay dos eventos que tensan la relación entre las dos naciones. Por un lado, el traslado indiscriminado de drogas a Estados Unidos y, por otro, el reciente secuestro de cuatro estadounidenses en Matamoros, Tamaulipas.
Las declaraciones del Secretario de Gobernación no pagan nada Adán Augusto Lópezquien negó que la privación de libertad de extranjeros en Matamoros sea una muestra de la inseguridad que se vive en el país, y que los visitantes tengan la garantía de transitar tranquilos por territorio mexicano, seamos serios, dos de los secuestrados, y eso es para preocuparse cualquiera, además de que no son hechos aislados, en territorio mexicano se vienen dando hechos que potencian al crimen organizado, dejando en claro que en nuestro país no se puede vivir en paz.
Estados Unidos ya calificó los hechos de inaceptables e insistió en presionar a México para llevar a los responsables ante la justicia. Contrario a lo declarado por la Secretaría de Gobernación, Tamaulipas se encuentra en alerta del Departamento de Estado de los Estados Unidos, como zona de no tránsito para la delincuencia y el secuestro.
el presidente hace mal López Obrador al calificar de propaganda e intervencionismo la iniciativa presentada en Estados Unidos para que militares de ese país luchen contra los cárteles en México. Sería mejor tomarse en serio la obligación del Estado mexicano de garantizar la seguridad de todas las personas en territorio mexicano.
El presidente olvida que en el marco internacional existe la figura de la autoprotección, que consiste en que en caso de que otro Estado no pueda o no quiera defender a los ciudadanos extranjeros que residen temporal o permanentemente en él, el país de origen puede ejercer dicha figura en defensa de sus ciudadanos, agentes diplomáticos o consulares.
Tarde o temprano Estados Unidos le cobrará la cuenta al actual gobierno, el avance de los cárteles durante este sexenio es incuestionable. Ni el agua es más clara, ya lo dijo el presidente López Obrador: “abrazos, no balazos”.
No es casualidad que el embajador Ken Salazar se reunió con López Obrador en Palacio Nacional horas después de que se publicara el comunicado sobre el secuestro de los cuatro estadounidenses en Matamoros. Señor Presidente, esto no es politiquería, ni es propaganda, ni mucho menos intervencionismo, es simplemente la consecuencia de una lucha fallida contra los principales cárteles de la droga en nuestro país, que permite que el crimen organizado opere con impunidad.
POR EDUARDO MACÍAS GARRIDO
EDUARDOMACG@ICLOUD.COM
@EDUARDO84888581
CAMARADA
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