Todo lo que sabemos sobre los fabricantes de automóviles japoneses está cambiando. Un patrón establecido desde hace mucho tiempo de debilidad de la moneda local que impulsa los precios de sus acciones no ha funcionado este año. Los inversores necesitan una nueva estrategia.
Un yen más débil, la moneda de referencia de la industria, ha significado históricamente mayores ganancias para los tres grandes fabricantes de automóviles de Japón: Toyota, Honda y Nissan. Esta fórmula sigue siendo válida para otros exportadores locales como el juego. Nintendo acaba de reportar una ganancia neta récord en el primer semestre fiscal en los seis meses hasta septiembre.
El año pasado, la moneda se debilitó de ¥ 113 a ¥ 146 frente al dólar estadounidense. Cada caída de ¥ 1 debería producir una ganancia operativa de más de ¥ 40 mil millones para Toyota.
Sin embargo, aunque las ganancias operativas mejoraron para el trío, decepcionaron en gran medida a los mercados. Las ganancias de Toyota para el trimestre de septiembre estuvieron significativamente por debajo de las expectativas del mercado. También recortó su objetivo de producción para el año fiscal hasta marzo. Aunque Honda logró elevar su pronóstico de ganancias operativas para todo el año, el pronóstico para todo el año aún estaba por debajo de las expectativas.
Parte de esta mala actuación se debe a la cobertura estratégica de los fabricantes de automóviles, que han aumentado sus proporciones de producción en el extranjero. En lugar de proporcionar a los fabricantes de automóviles ganancias récord, el colapso del yen de este año exacerba los crecientes costos de las materias primas y la energía importadas.
Combinados con las interrupciones en el suministro de chips, que están golpeando a Nissan particularmente fuerte en los últimos meses, estos factores ensombrecen el futuro del sector.
Mientras tanto, Nissan se enfrenta a una dinámica cambiante dentro de su asociación con la francesa Renault. Los dos están renegociando sus lazos de capital, en los que Renault posee el 43 por ciento de Nissan, pero Nissan tiene solo una participación del 15 por ciento en Renault, lo que aumenta la incertidumbre.
Las acciones de Nissan y Toyota cayeron más del 12 por ciento este año, más del doble de las caídas del índice de referencia más amplio. Sin embargo, las acciones del trío se negocian con una prima frente a su rival mundial Volkswagen. Para Toyota, esa prima es más del doble.
Las interrupciones de la cadena de suministro y los recortes de producción pronto deberían reducir esa brecha de valoración.
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