La Villa Olímpica se vio afectada y también la ciudad de Saint Denis, donde se encuentra el famoso «Stade de France».
Con la sanción en el Senado del polémico artículo de la reforma de jubilación de Emmanuel Macron, que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años, las protestas, piquetes y paros continuaron este jueves. Entre estas medidas, los sindicalistas cortaron la electricidad en diversas obras de los Juegos Olímpicos de París 2024 y en el Stade de France.
Un grupo de trabajadores del sector del gas y la electricidad cortaron el suministro eléctrico a las obras de construcción de la Villa Olímpica y en la localidad de Saint Denis, afectando a la propia ciudad. estadio francésque será olímpico el próximo año.
Sébastien Menesplier, secretario general del ramo energético del sindicato CGT, el más combativo contra la reforma, aseguró que esta acción busca «mostrar firmeza» en respuesta a la negativa del Ejecutivo a retirar su proyecto legislativo sobre pensiones.
Tercer día consecutivo de protestas
Francia vive el tercer día consecutivo de recortes en diversos servicios convocados por los sindicatos, política que está afectando sobre todo a los sector energético y transporte.
En este último caso, la situación ha mejorado respecto a los días anteriores, con trenes más frecuentes y menor incidencia en el transporte público de la capital, mientras que se mantiene estable en los aeropuertos, con la cancelación de entre el 20 y el 30% de los vuelos.
Las refinerías tienen problemas de distribución de combustibleaunque menos que en los últimos días, mientras que la patronal de las estaciones de servicio está segura de que de momento no hay problemas de abastecimiento.
Producción de electricidad y gas Es bastante pequeño aunque de momento no hay recortes, más allá del de las obras olímpicas.
Universidades e institutos también se han sumado a las huelgas, muchas de ellas cerradas, mientras diversas organizaciones estudiantiles han convocado a manifestaciones masivas en el país.
Votación en el Senado y después
El Senado, dominado por la derecha, aprobó la noche del 8 de marzo, luego de una acalorada batalla procesal con la izquierda, el articulo clave del proyecto de reforma de las pensiones, que eleva la edad legal de jubilación de 62 a 64 años.
Los senadores votaron el miércoles a favor de elevar la edad de jubilación por 201 votos a favor y 115 en contra.
La primera ministra Elisabeth Borne se mostró «encantada» con la votación, según expresó en Twitter, alabando una vez más «una reforma equilibrada y justa».
“La cifra estará ligada para siempre a una reforma que hará retroceder casi 40 años”, lamentó la socialista Monique Lubin al ministro de Trabajo, Olivier Dussopt. La comunista Eliane Assassi denunció un debate «apurado» y «el objetivo» de la mayoría del Senado de «censurar a la oposición».
El jefe de los senadores de Los Republicanos (derecha), Bruno Retailleau, volvió a criticar la «obstrucción» de la izquierda. «Optamos por la responsabilidad», dijo el centrista Olivier Henno.
Según el plan del gobierno, la edad legal de jubilación debería aumentar progresivamente de 62 a 64 años, a razón de tres meses por año del 1 de septiembre de 2023 al 2030.
Además, para obtener una jubilación de «tipo pleno», el período de cotización exigido pasará de los 42 años actuales a los 43 de ahora hasta 2027.
El Senado seguirá debatiendo el resto de los artículos de la reforma con fecha límite hasta el domingo.
Más allá de esta votación y del proceso parlamentario, que podría terminar la próxima semana, el gran escollo para Macron son los masivas protestas callejeras organizada por todos los sindicatos reunidos en una unión sin precedentes en Francia.
El martes pasado, la sexta jornada de movilizaciones fue la mayor desde el inicio del movimiento en enero por el número de manifestantes: 1,28 millones, según el Ministerio del Interior, 3,5 millones, según la CGT.
EFE y RFI
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