En esta noticia, las tensiones en el seno del peronismo en la Provincia de Buenos Aires alcanzan su punto más álgido con una serie de reuniones cruciales para definir el futuro del partido.
Reuniones y más reuniones: El desafío de ordenar la casa peronista
Esta tarde, al oeste de los suburbios, los distintos sectores del peronismo en la Provincia de Buenos Aires se enfrentan con el objetivo de comenzar a ordenar la elección de las nuevas autoridades del partido. No es una tarea sencilla, según los participantes.
El cónclave debía comenzar a las 14 en el municipio de Malvinas Argentinas y allí, además de rendir homenaje al recientemente fallecido Juan José Mussi, los miembros del Consejo deben acordar formas, fechas y objetivos que permitan superar una virtual acefalia en la conducción. Todo se retrasó.
La presidencia, encabezada por Máximo Kirchner, y todos los cargos caducan estos días y la formalización de un esquema de renovación de autoridades es condición necesaria para que la Justicia no se vea tentada a intervenir en el partido, como ha ocurrido en otras ocasiones.
Para ello, los representantes del cristianismo, el kicillofismo y los independientes deberían llegar a acuerdos de mínimos o, como máximo, una lista de unidad que zanje el debate.
En principio, se confirmó la primera información: la fecha de las elecciones será el 15 de marzo. También hubo acuerdo respecto de la integración de la junta electoral y otras cuestiones procesales.
Para todos, ahora se abre la otra etapa, la de la discusión política para la integración de la lista o listas.
Pero la discusión sobre el liderazgo es sólo una de varias que ocurren en paralelo y que tienen escenarios aparentemente diversos, como la legislatura provincial o el gabinete provincial. Durante estas horas se disputó el número de representantes que aportaría cada sector.
En las últimas horas se han multiplicado las reuniones, sobre todo entre quienes responden al gobernador y quienes responden al expresidente. Por ejemplo, se realizó una entre Julio Alak, Gabriel Katopodis y Federico Otermin para acercar posiciones, aunque sin mucho éxito.
También hubo otra sobre el kicillofismo. El hecho llamativo fue la presencia de Juanchi Zabaleta, exalcalde de Hurlingham y enemigo jurado de La Cámpora. La explicación formal es que el exjefe comunal forma parte del Consejo, pero también es cierto que en las elecciones de octubre había participado en la construcción de una lista opositora a la de Fuerza Patria.
A partir de ahí, las versiones aumentaron de volumen. Si bien desde La Plata los colaboradores del gobernador claman por «el fin de la interna», voceros extraoficiales hablan de una postulación de la vicegobernadora Verónica Magario o del propio Kicillof para reemplazar a Máximo Kirchner.
De hecho, la negociación entre los sectores incluye temas como la elección de la presidencia del bloque peronista en el Senado bonaerense y la designación de los vicepresidentes de esas cámaras, que el kirchnerismo quiere para sí y Magario avanza.
En medio de esta compleja situación, el peronismo en la Provincia de Buenos Aires se encuentra en un momento crucial que definirá su rumbo en los próximos años. La incertidumbre y las tensiones están a flor de piel, y la capacidad de diálogo y consenso de los diferentes sectores será fundamental para superar los desafíos que se presentan. La mirada de todos los argentinos está puesta en estas reuniones, que marcarán un antes y un después en la historia del peronismo bonaerense. ¡Queremos conocerte! Regístrate gratis en El Cronista para una experiencia hecha a tu medida.








