En comparación con su último chequeo, en diciembre de 2019, Biden tiene mayor rigidez al caminar y su tos frecuente se debe al reflujo gastroesofágico, detalla.
El médico Kevin O’Connor, tras la revisión, atribuye estos cambios a dolencias sin mayor gravedad.
Encuentra una neuropatía «leve» (problema nervioso) que afecta los pies y las secuelas de una fractura que explican su forma de caminar con mayor rigidez. Atribuye su tos frecuente al reflujo gastroesofágico.
Este chequeo también incluyó una colonoscopia bajo anestesia, que obligó a Biden a ceder sus poderes durante una hora y 25 minutos a la vicepresidenta Kamala Harris, quien se convirtió brevemente en la primera mujer en tener prerrogativas presidenciales en la historia de Estados Unidos.
La colonoscopia fue «tranquilizadora», dice el médico que ha atendido a Biden durante 13 años.
El informe revela datos como que el presidente de Estados Unidos mide 1m82, pesa 83 kilos, usa lentes de contacto, no fuma ni bebe y practica deporte cinco veces a la semana.
El chequeo también enumera las afecciones benignas que padece, además de sus problemas gástricos y de movilidad: «fibrilación auricular no valvular», una afección cardíaca «estable» en tratamiento, un nivel alto de lípidos en la sangre, que también trata , alergias y artritis.
Acción de gracias
A su regreso a la casa Blanca Tras este chequeo, el presidente demócrata cumplió, visiblemente satisfecho, con la tradición de perdonar dos pavos antes del Día de Acción de Gracias, llamados Peanut Butter y Jelly en homenaje a un sándwich muy popular.
El pavo es un plato estrella del Día de Acción de Gracias, que se celebra la semana que viene.
Después de un discurso salpicado de bromas e interrumpido por el cacareo de los dos pájaros, un sonriente Biden posó para las fotos y bromeó con los niños en el jardín de rosas de la Casa Blanca.
«Mi chequeo fue muy bien», dijo a los periodistas cuando salía del Hospital Walter Reed en las afueras de Washington a las 2:05 pm (7:05 pm GMT). Poco después llegó a la Casa Blanca, donde declaró con una sonrisa «:» Me siento bien.
Un lacónico comunicado de la Casa Blanca anunció a las 6 de la mañana que el presidente se sometería a un chequeo de rutina, el primero desde su toma de posesión.
Es el presidente de mayor edad en la historia de Estados Unidos y ha hecho público que planea postularse para un nuevo mandato en 2024, pero se especula que podría renunciar debido a su edad.
Biden ha prometido transparencia sobre su estado de salud. En 1988 tuvo un grave problema de salud: lo trasladaron de urgencia al hospital tras la rotura de un aneurisma y llamaron a un sacerdote para que le diera la extremaunción.
Si Biden no se postula para la reelección, Harris, de 57 años, sería la candidata natural de los demócratas, aunque hasta ahora la mayoría de los observadores toman un balance mitigado de su mandato como vicepresidenta. Biden y Harris tienen poca aceptación en su mandato.