británicos desilusionados, falta de mano obra y escasez

Las repercusiones de abandonar la UE se sienten en todo el país. En algunas partes incluso empieza a haber arrepentimiento.

Los indicadores de la crisis económica británica son visibles para todos. La inflación más alta en 40 años. El costo de la energía por las nubes. Las familias trabajadoras comienzan a pasar hambre. Y aunque la guerra en Ucrania y la pandemia han contribuido a empeorar la situación, es inevitable señalar, 3 años después de la salida oficial del Reino Unido de la Unión Europea, los problemas causados ​​por el «Brexit» superan con creces los beneficios que sus promotores habían prometido.

Tras el referéndum de 2016 en el que casi el 52% de los votantes votaron a favor de la retirada del Reino Unido de la Unión Europea, la separación entró en vigor el 31 de enero de 2020. Ahora muchos británicos piensan que fue un error, mientras que el fin de la libre circulación ha afectado tanto al mercado laboral como a la importación de bienes.

En la City de Londres, uno de los distritos financieros más importantes del mundo, las dificultades para importar alimentos y encontrar profesionales adecuados se han sentido de forma especialmente aguda desde la salida de la UE. En Hispania, un restaurante tradicional español que sirve al menos 400 platos, entre tapas, jamones y platos principales, 20% de aumento en los precios de los alimentos y su importación les ha obligado a recurrir a otras soluciones.

La decepción por el Brexit se siente en todo el Reino Unido. Foto: AFP

“El pescado que importamos requiere cierta documentación. Como no queremos arriesgarnos a que nos retengan, porque ahí es cuando el pescado empieza a perder su vida útil, ahora lo compramos a pescaderías de Londres”, explica el gerente de Hispania, Javier Fernández, a Radio Francia Internacional (RFI).

A esto se suma la falta de personal que complica aún más el funcionamiento del restaurante. “Estamos autorizados por el gobierno para poder tramitar los visados. Somos un restaurante muy centrado en la gastronomía y los vinos españoles, por eso necesitamos gente que conozca estos productos, pero es muy caro y es un proceso muy complicado. Es difícil ponerlo en marcha, así que preferimos seguir arreglándonos un poco con las opciones que tenemos aquí”, explica Fernández.

Escasez de personal y material.

La escasez de personal no se limita a la industria hotelera. A diez minutos a pie del restaurante Hispania, también en la Ciudad, la dentista mexicana Gina Vega relata las dificultades para encontrar una enfermera.

«El año pasado llegamos tarde hasta seis meses en encontrar una buena enfermera que estuviera calificada y tuviera la ética de trabajo que buscábamos. Ahora, por ejemplo, una de nuestras enfermeras decidió cambiar de profesión y llevamos tres meses buscando a alguien sin suerte”, cuenta Vega.

Elementos esenciales para la odontología. Son difíciles de obtener debido a los nuevos procedimientos de importación. “Hay mucho material o marcas de materiales que vienen de Alemania, Suiza u otras partes de Europa. Tenemos acceso al material pero no a la variedad que teníamos antes”, completa.

El exprimer ministro Boris Johnson, responsable de ultimar la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Foto: AFP

según el diario Tiempos financieros, a causa del Brexit, más de 300.000 personas estarían desaparecidas de la fuerza laboral en el país. El experto del King’s College de Londres, Jonathan Portes, cree que el Reino Unido ya no es un destino de empleo atractivo para los europeos por el fin de la libre circulación.

agotamiento y arrepentimiento

Los habitantes de Grays, localidad a 30 kilómetros al este de Londres, votaron masivamente a favor del Brexit. En el distrito electoral de Thurrock, donde Grays es la ciudad más grande con unos 75.000 habitantes, El 72,3% de los votantes lo hizo a favor del Brexit en el referéndum de 2016. Esto lo convierte en el cuarto de los 382 países que más votaron para salir de la Unión Europea (UE).

Sin embargo, tres años después de partir, la situación se ve radicalmente diferente.

«Voté por el Brexit, pero lamento«, admite María Yvars, psicoterapeuta de 42 años, quien dice sentirse engañada por los políticos. «No nos dieron todos los datos (…) nos vendieron algo que no existiaAgrega, al tiempo que lamenta que «este país ahora es como un barco sin capitán».

Thurrock, una antigua zona industrial en el estuario del Támesis que supo atraer a muchos emigrantes de Europa del Este, es una región que sufre desde hace años y la crisis actual, con una inflación superior al 10%, no hace más que empeorar las cosas: tras una serie de inversiones desastrosas, el ayuntamiento se declaró en quiebra en diciembre.

Un centro comercial en Thurrock, una región donde reina la decepción por el Brexit. Foto: Bloomberg

Según una encuesta de YouGov publicada en noviembre, El apoyo para salir de la UE nunca ha sido tan bajo. Menos de un tercio de los británicos cree que fue una buena decisión. Uno de cada cinco de los que votaron a favor ha cambiado de opinión.

En Grays, la mayoría de los transeúntes que AFP trató de entrevistar se dieron la vuelta en cuanto se pronunció la palabra «Brexit», quizás por agotamiento. «No me interesa», respondió el más educado.

«¿Qué esperaban los partidarios del Brexit??», lanzó un empleado del NHS, el sistema de salud pública bajo una enorme presión durante años de austeridad, a favor de haber permanecido en el bloque europeo. «¡Hemos perdido la financiación de la UE!»

Salvar el NHS era una de las promesas del Brexit. «Enviamos a la UE 350 millones de libras semanales. En cambio, financiemos el NHS», se podía leer en 2016 en los autobuses rojos de la campaña pro Brexit.

Pero ahora el sistema de salud está en las últimas, y en diciembre las enfermeras iniciaron un paro nacional sin precedentes en el país.

Fuente: AFP y RFI

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