Tras el repunte del mes pasado, la inflación continúa su tendencia a la moderación, cayendo nueve décimas en abril y situándose en el 3,2%, su nivel más bajo desde hace casi dos años. Tienes que volver a julio de 2021 para encontrar una tasa de inflación a continuación. Es la caída de los precios de los carburantes lo que explica fundamentalmente esta moderación, y también, aunque en menor medida, que la subida de los precios de los alimentos haya sido menor que en mayo del año pasado.
En los últimos tres meses hemos pasado de una fuerte caída en marzo, a un repunte en abril, y ahora de nuevo, a una ralentización en mayo, según los datos difundidos esta mañana por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Una tasa de inflación del 3,2% interanual que está lejos de las cifras con las que comenzamos 2023, y que, según las previsiones, podría llevar a una inflación media este año en torno al 4%.
La razón fundamental de esta volatilidad hay que buscarla en el llamado efecto base, la comparación de los precios con los del mismo mes del año anterior, cuando, a raíz de la invasión de Ucrania en febrero, se produjo una fuerte subida de la precios de la energía, con fuertes oscilaciones de un mes a otro.
«La inflación cae en línea con las expectativas, nuevamente debido al efecto favorable de los precios de la energía. Deberíamos ver que la inflación continúa cayendo por debajo del 3% o incluso del 2% en los próximos meses, pero volverá a subir hacia el final del año. del año», dice Ángel Talavera, de Oxford Economics.
El subyacente se modera 5 décimas y se queda en el 6,1%
Por otro lado, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta la energía ni los alimentos frescos, también se ha moderado. Medio punto por debajo de la de abril, que se sitúa en el 6,1%. Este es el tercer mes consecutivo que se modera este tipo de inflación, que se considera mucho menos volátil que la inflación general y, por tanto, muestra mejor la evolución subyacente de los precios. Se tarda más en subir pero, una vez arriba, también se tarda más en volver a bajar. El economista Ángel Talavera considera que la moderación del núcleo probablemente se deba a la caída de los precios de los alimentos elaborados, dado que “los precios de los servicios se van a mantener altos durante la temporada estival”.
En la economía española, fue en diciembre del año pasado cuando la tasa subyacente superó la tasa de inflación general, manteniéndose por encima del 7% durante cuatro meses consecutivos, y moderándose sólo a partir de abril. Sin embargo, la inflación subyacente se mantendrá en niveles altos, y se espera que el promedio del año se mantenga en torno al 6%. Es la muestra palpable de cómo la inflación de la energía se trasladó al conjunto de los productos.
Con estos datos el Gobierno decidirá sobre la prórroga de las medidas antiinflacionarias
“La inflación está en España, ya en torno al 3% e incluso por debajo, si tomamos el IPC armonizado con Europa. Los datos de inflación de mayo confirman la eficacia de las medidas del gobierno, la moderación de los precios de los alimentos, la bajada de los precios de los combustibles, y posicionan a nuestro país como uno de los de menor inflación de la Unión Europea”, afirma la Vicepresidenta Primera y Ministra. de Economía, Nadia Calviño.
Los datos apuntan a una moderación en el precio de los alimentos, que han sido los productos que, con una escalada muy fuerte, han repercutido muy directamente en el bolsillo de los ciudadanos cada vez que visitaban el supermercado. La previsión es que el precio de los alimentos ya tocara fondo en abril, cuando se moderó hasta el 12,8%, tras seis meses con subidas superiores al 15%. Sin embargo, existen riesgos que afectan este pronóstico, como la sequía y el impacto que tendrá en los alimentos.
En base a estos datos adelantados de inflación de mayo y al dato más completo que publicará el INE dentro de dos semanas, el Gobierno decidirá si prorroga algunas de las medidas vigentes contra la inflación. Es el caso de la rebaja del IVA de algunos alimentos básicos, que se aplica desde enero y que, en principio, vence a finales de junio, aunque el Gobierno puede prorrogarla. El Ejecutivo también tiene que decidir si mantiene el descuento en combustible para los profesionales del transporte. Decisiones que tiene que tomar debido a las fuertes presiones de la Comisión Europea que, con la vista puesta en restablecer las reglas fiscales el próximo año, ha exigido a España retirar las ayudas para combatir la inflación con el fin de reducir un altísimo endeudamiento.
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