La ciudad de Mérida, Yucatán, se complace y no es para menos, al celebrar los cien años del Canto Peregrino, escrito por el poeta Luis Rosado Vega con música de Ricardo Palmerín, inspirado entre el 20 y el 25 de febrero de 1923; melodía «emblemática» de la entidad, según don Luis Pérez SabidoInvestigador Emérito de la Escuela Superior de Artes de Yucatán.
Detrás de esta hermosa canción se esconde «un inmediato y apasionado romance» entre la periodista estadounidense Alma Reed (1922-1966) y el gobernador socialista de Yucatán, Felipe Carrillo Puerto (1874-1924), a quien conoció en febrero de 1923, año en que Reed llega a la península como corresponsal del Revista del New York Times escribir sobre arqueología maya.
En mayo de 1951, Rosado Vega escribe una carta a Ramón Ríos Franco, director de La revista ilustrada, explicándole la historia del Peregrino, citada en el texto de Michael K. Schuessler y Amparo Gómez TepexicuapanTuyo hasta que muera, correspondencia entre Carrillo Puerto y Reed durante marzo a diciembre de 1923.
Según Rosado Vega, Reed, Carrillo Puerto y el poeta iban a bordo de un carro con destino a una cena, “el ambiente se sentía tan embalsamado que Alma Reed, de forma espontánea e involuntaria, respiró hondo y dijo -: “Ay como huele” Le respondí inmediatamente, con una galantería que cualquier hombre hubiera tenido…”
Agrega Rosado Vega, “…para alguien tan hermosa como era Alma: Sí, todo se perfuma porque estás pasando…” Felipe enseguida me avisó: “Eso le vas a decir en unos versos”. Y por supuesto mi respuesta fue aceptar el compromiso: «Se lo diré en una canción». Carrillo Puerto me respondió: «Te tomo la palabra».
Así nació este hermoso canto, Peregrina de ojos claros y divinos, y mejillas encendidas de rubor, Peregrina de labios morados y cabellos radiantes como el sol. Peregrino, dejaste tus lugares, los abetos y la nieve, y la nieve virgen, y viniste a refugiarte en mis palmerales, bajo el cielo de mi tierra, de mi tierra tropical.
Los pájaros cantores de mis prados, para cantarte, dan sus trinos si te ven, y las perfumadas flores de nectario te acarician en los labios, en los labios y en la sien. Cuando dejes mis palmerales y mis montañas, peregrino de semblante encantador, no te olvides de mi tierra, no te olvides, no te olvides de mi amor.
El 3 de enero de 1924 son asesinados Carrillo Puerto, junto con tres de sus hermanos y nueve de sus seguidores; Alma Reed se entera de esta fatal noticia “mientras ensayaba para su boda en el hotel Fairmont de San Francisco, cuando la recepcionista del hotel le entregó un telegrama con la nefasta noticia”, según cuenta Schuessler.
Un mes antes, el 10 de diciembre de 1923, Carrillo Puerto le escribió a Reed: “…Recibe todos los besos de mis labios y todo el amor de este pobre hombre sediento de felicidad. Tuyo hasta que muera. Felipe.”
POR RUBÉN MARTINEZ CISNEROS
COLABORADOR
MAÍZ
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