La metástasis criminal también llegó a Chile, que hoy sufre altos niveles de violencia y crimencon especial énfasis contra policías ejecutados, antes era una de las instituciones más temidas y respetadas, pero eso parece haber quedado en el olvido.
En 2022 los homicidios crecieron 33,4% respecto al año anterior, según datos de la Subsecretaría de Prevención del Delito. Esta cifra significa la segunda mayor variación en América Latina, solo detrás de Ecuador. Robos con violencia e intimidación aumentaron 63.1%, en 2022.
El Congreso chileno con mayoría opositora y el gobierno de gabriel bórico están trabajando a marcha forzada en seis reformas para enfrentar la delincuencia, por ejemplo, con la polémica ley del “gatillo fácil”, que permitirá a los policías responder de inmediato ante un ataque con armas, hoy si lo hacen son detenidos .
«Esta pretensión de dar inmunidad contra el uso de la fuerza es altamente peligrosa, y puede dar lugar a situaciones de ‘gatillo fácil’, de uso de la fuerza cuando no está justificado», advierte el abogado chileno y experto en seguridad Francisco Cox, quien investigó el caso de los 43 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa.
El bloque opositor acusa al presidente Boric de este aumento de la violencia, concretamente por dos motivos. La primera, porque dicen que su plan de gobierno no contempla una verdadera política de seguridad, sino que solo se basa en una propuesta de derechos sociales.
Y, segundo, porque su discurso durante las protestas de octubre de 2019 -cuando era dirigente estudiantil- atacó abiertamente la gestión de la Policía, lo que ha causado animosidad a los policías, que hoy tienen prestigio sobre el terreno, tras la muerte de 30 personas durante las manifestaciones de ese año.
Ser policía en Chile hoy significa un doble riesgo, porque se han convertido en un blanco fácil para la delincuencia, que, por cierto, está experimentando un aumento en toda América Latina.
La gota que colmó el vaso fue el asesinato de un sargento de la Policía -la semana pasada- durante un operativo contra el crimen, en una localidad de Chile, el ejemplo más reciente del aumento de delitos violentos que sufre el que era considerado uno de los refugios de seguridad. en Sur America.
Hoy la delincuencia armada, los sicarios, la extorsión y la trata de personas son la principal preocupación de los chilenos, según encuestas, y han presionado al Gobierno y al Congreso para que aborden una batería de leyes contra el crimen. Desde las filas de la oposición de derecha defienden la mano dura.
Una mano dura puede ser contradictoria, porque en Chile hay un pasado lamentable de abusos a los derechos humanos por parte de las autoridades durante los días de gloria del dictador Augusto Pinochet, una sombra que sigue marcando a esa nación sudamericana.
POR ISRAEL LÓPEZ
COLABORADOR
ISRAEL.LOPEZ@ELHERALDODEMEXICO.COM
MAÍZ