El presidente de Colombia, el izquierdista Gustavo Petro, anunció el jueves (18.08.2022) que pedirá a los países ricos y a las grandes empresas que paguen a los agricultores por cuidar la selva amazónica y recuperar las áreas deforestadas.
Desde Leticia (sur), capital del departamento de Amazonas, el mandatario dijo que llevará la iniciativa a la próxima conferencia climática de la ONU, la COP27, que se realizará en Egipto en noviembre.
“Se debe construir un fondo financiero de aproximadamente 500 millones de dólares al año, de forma permanente durante 20 años, para que las grandes empresas del mundo y los gobiernos más ricos puedan, si realmente quieren avanzar en la lucha contra el cambio climático, financiarnos. a través de bonos de carbono o aportes directos», dijo Petro en una escuela indígena.
Con este dinero, el nuevo gobierno espera pagar salarios mensuales a «100.000 familias amazónicas» que permitan «nacer la selva donde ya ha sido quemada» o protegerla «donde es vulnerable», para «rescatar 21 millones de hectáreas». destruidos en la subregión más rica en biodiversidad del planeta.
La cuenca del Amazonas, que cubre 7,4 millones de km2, cubre casi el 40% de América del Sur y se extiende por nueve países, con una población estimada de 34 millones de personas.
El primer presidente de izquierda en la historia de Colombia asumió el 7 de agosto con un ambicioso proyecto ambiental que apunta a encaminar al país hacia energías limpias y detener la exploración de nuevos pozos petroleros, entre otras medidas.
En un lluvioso discurso, el mandatario también ordenó a la fuerza pública capturar a los «grandes depredadores de la selva amazónica» y «responder de inmediato» ante cualquier incendio.
«La fuerza pública aquí simplemente tiene que detener al gran capital que se está moviendo para quemar la selva amazónica. No quiero que golpeen al campesino», dijo.
Colombia es uno de los países con mayor biodiversidad del mundo y el más peligroso para los líderes ambientales, blanco frecuente en el prolongado conflicto armado, según la ONG Global Witness.
Entre 2018 y 2021, el país perdió una superficie de 7.018 km2 por deforestación, poco más que la extensión de la ciudad brasileña de Sao Paulo, según la ONU. La mayoría de los bosques devastados estaban en el Amazonas.
“Si se acaba la selva amazónica, una de las mayores esponjas de gas C02 que está calentando el planeta y cambiando el clima, (…) se acabará la humanidad”, advirtió Petro.
gs (afp, efe, Noticias Caracol)