¿Cómo se sale de la crisis política en Perú? Los escenarios tras dos meses de protestas

Perú cumple dos meses este martes sumido en incesantes protestas que exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarteuna movilización que su gobierno ha reprimido violenta e ineficazmente para restaurar la estabilidad y la paz social.

En las manifestaciones, que estallaron el 7 de diciembre con la destitución del expresidente de izquierdas Pedro Castillo y que ya han dejado 48 muertos y decenas de heridos, también se exige el cambio en el Congreso, profundamente desprestigiado.

La protesta la protagonizan principalmente ciudadanos de origen indígena del empobrecido sur andino que convocan a elecciones generales lo antes posible y no esperar hasta 2024, según lo acordado en el Congreso.

Entre cortes de ruta, parálisis económica y estado de emergencia en nueve de las 25 regiones del país, Presidencia y Parlamento parecen incapaces de llegar a un consenso.

El viernes pasado los legisladores decidieron congelar cualquier debate hasta agosto para adelantar las elecciones, sepultando la posibilidad de renovar autoridades este año.

Sin signos claros de solución, tres analistas dilucidan posibles escenarios.

Un tranque en Puno, en protesta contra Dina Boluarte. Foto: REUTERS

Escenario 1: Renuncia

La renuncia presidencial, contemplada en la Constitución, precipitaría al titular del Congreso a asumir temporalmente el mando del país con la misión de convocar elecciones, aunque sin plazo preciso.

«El único (escenario) que existe es la salida del presidente Boluarte», dice Paula Távara, politóloga y profesora de la Universidad Católica, alegando falta de «voluntad real» por parte del Parlamento para adelantar las elecciones.

El Congreso ha dejado «los escenarios de salida en manos del Ejecutivo», añade el experto, que no obstante reconoce que la renuncia es «altamente improbable».

Boluarte ha subrayado que dimitir «no está en juego» ya que sostiene que sería ceder a un «chantaje político».

Carteles contra Dina Boluarte frente al congreso, en Lima, días atrás. Foto: REUTERS

Para Távara, otro de los motivos es el miedo a enfrentar la justicia y “asumir las consecuencias” de los muertos en las protestas.

Renunciar también iría en contra de los intereses de Boluarte y de los partidos de derecha del Congreso que apoyaron su nombramiento y están «jugando contra la pared», según la politóloga Patricia Paniagua.

“Hay un claro alineamiento de estrategia” entre las iniciativas de ambos poderes, que por ahora mantienen sus posiciones hasta 2026 -cuando debería terminar el mandato de Castillo-, dice el académico.

Escenario 2: eliminación

La remoción o «vacancia» presidencial, facultad del Congreso regulada en la Constitución, derrocó a tres presidentes Peruanos en este siglo: Alberto Fujimori (2000), Martín Vizcarra (2020) y Pedro Castillo (2022).

Que Boluarte sea el próximo en ser cesado por iniciativa de los partidos de izquierda es un rumor persistente en el Congreso, aunque requiere los votos de las dos terceras partes del parlamento (87 de 130 legisladores).

“Lo veo muy difícil porque eso también agilizaría la salida del Congreso”, estima Alonso Cárdenas, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya.

«Dada la inmadurez política» de la clase dirigente, tanto la vacante como la dimisión son «muy improbables», añade.

“Este escenario parece algo confuso, ya que no hay votos, pero debemos creer que se discutirá” pronto, dice Paniagua.

Dina Boluarte asegura que no renunciará a la presidencia de Perú. Foto: EFE

Escenario 3: estallido social

Tampoco se descarta la posibilidad de que la creciente indignación de algunos sectores insatisfechos pueda derivar en un estallido social, al estilo de Chile en 2019 o Guatemala en 2020.

“Con más ánimo acalorado y mayor frustración porque no hay respuesta a sus reclamos, y una mayor organización, se hace posible que la movilización sea más aguda”, advierte Távara.

Un recrudecimiento del conflicto podría obligar al presidente y al Congreso a aceptar cualquier modelo de avance electoral, pero «al menos un costo muy altodice el politólogo.

«Lamentablemente esta semana sin decisión nos ha acercado a este escenario», añade.

Escenario 4: Boluarte hasta 2026

Que Boluarte y el Congreso completen su mandato hasta el 2026 también es factible, sobre todo dado el desgaste de 60 días de movilizaciones de los manifestantes y de la sociedad peruana en general.

Paniagua cree que el cansancio de los ciudadanos movilizados está contemplado por el gobierno.

“La respuesta de la calle es enérgica, es firme (…) pero ¿qué tan sostenible es eso a mediano o largo plazo?”, cuestiona.

Paniagua añade que el silencio de Boluarte después de que el Congreso criticara el debate para adelantar las elecciones indica que «está de acuerdo» con esa decisión y que ambos poderes seguirán «de espaldas a lo que ocurre en la calle».

Távara, por su parte, argumenta que este escenario podría mejorar si el gobierno hace «un acto de contrición muy serio», que incluye un cambio de gabinete, sancionar a los responsables de las muertes y abrir el diálogo con los insatisfechos.

Cárdenas, en cambio, ve más probable que Boluarte asuma la posición de que «aquí no pasó nada» y deje que la movilización se apague sin hacer concesiones.

Fuente: AFP

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