Se puede decir que el protagonista de las historias de Seamos felices aqui, el primer libro de cuentos de Vanina Colagiovanni, es solo uno. Sin embargo, también se puede leer como un lugar visitado por un grupo de mujeres, atravesado por un estado de interrogación que vuela por el mundo, como un cuestionamiento femenino que ahora se ha convertido en signo del tiempo.
En la era de la «deconstrucción», con parejas que no son «hasta que la muerte nos separe», sino «hasta que nos separemos» y en un contexto de reformulación del amor romántico, la mujer detrás de las diez historias que componen el libro É, en cierto modo, “la mujer”, la que mira hacia adentro para reconocer quién es realmente frente a su hijo, su exmarido o cómo se posiciona frente a ciertos mandatos sociales.
En el La promesa de un tornado, la historia que abre el libro, tres mujeres y un niño se encuentran aislados en una casa ubicada en el campo ante la promesa de un tornado. Ni las mujeres ni el enorme pino que se asienta en el centro del jardín de la casa son lo que parecen. O, en cualquier caso, como ocurre con los versos de un buen poema, «significan» algo diferente de lo que son.
Gran parte de la historia Algunos domingos es una especie de diario o cronología de los encuentros (y desencuentros) entre una mujer y su expareja. Además de ocupar el lugar del desánimo y el aburrimiento en el imaginario colectivo, muchos domingos de la historia coinciden con el día del “traslado” de su hijo.
Los momentos que precedieron a este hecho, el momento del encuentro y el consiguiente sentimiento de soledad al cerrar la puerta de su apartamento ante el «día libre» de una madre separada y en plena vida, atravesados cada vez con mayor frecuencia por la cuestión de paso del tiempo.
Cruzando un río, quizás la mejor historia del volumen, cuenta el viaje único de una pareja que intenta salvar un matrimonio. “Seamos felices aquí” – título del libro – es una frase del novelista Jean Rhys y sirve como epígrafe de la historia. Pero también es una línea de diálogo, cuando el marido le pide a su mujer que olvide por un momento la tormenta marital que arrastran desde hace años.
A través de un lenguaje directo, pero que no escapa a elaboradas construcciones y sutiles imágenes poéticas, Colagiovanni resuena notas de algunos de los dilemas más frecuentes a los que se enfrentan madres, esposas y adolescentes.
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