con incidentes aislados, el país ya elige entre la continuidad o la alternancia

En medio de un clima marcado por la tranquilidad y la incertidumbre, desde las siete de la mañana de este domingo los paraguayos comenzaron a votar por su octavo presidente desde el retorno de la democracia.

En algunas escuelas del centro de Asunción se veían filas frente a las puertas incluso antes de la hora de inicio de las elecciones. Hombres y mujeres equipados con termo y mate esperando en silencio que se abran las puertas para participar en una elección que se presenta planteado como un dilema entre dos opciones claras: la continuidad del Partido Colorado, o la preferencia por una alternancia.

Los dos candidatos que encabezaban las encuestas votaron temprano y confiaban en sus posibilidades de ganar. Santiago Peña, el candidato del Partido Colorado, votó pasadas las 8:30 horas en el Colegio Santa Ana de Asunción, acompañado de su esposa, Leticia Ocampos.

El candidato a la presidencia de Paraguay, Efraín Alegre, y su candidata a la vicepresidencia, Soledad Núñez, posan hoy en un colegio electoral de Lambaré. Foto: EFE

“Mi mayor anhelo es poder ganar la mayoría del voto paraguayo”, dijo Peña, quien se mostró confiado en poder ganar”con más del 50% de los votos”.

El dato de interés del oficialismo se produjo en la madrugada. A las 7 de la mañana, Peña dio un mensaje inaugural a la sede de la ANR. En un escenario instalado en el patio del edificio, Se le vio con Horacio Cartes, el presidente del partido que se ha ausentado de la campaña por denuncias de corrupción y condena explícita de Estados Unidos. El expresidente fue abordado por la prensa al momento de ingresar al recinto, pero no hizo declaraciones.

“El diálogo es el único camino para la reconciliación. Es hora de dar un fuerte abrazo patriótico para alcanzar el nivel de desarrollo al que aspira y merece nuestro pueblo”, dijo Peña, quien agradeció a sus colaboradores y al equipo de la ANR sin mencionar a Cartes por su nombre.

El candidato de la Concertación Nacional, Efraín Alegre, por su parte, votó a las 8 de la mañana en la Asociación del Ministerio de Hacienda de Lambaré. Al llegar al colegio electoral junto con su esposa, lo primero que hizo Alegre fue denunciar que representantes de la Concertación estaban “siendo secuestrados” en la localidad de Yby Pytá, y solicitó la intervención de las autoridades.

El candidato presidencial Santiago Peña, del Partido Colorado, pronuncia hoy un discurso en Asunción. Foto: EFE

Alegre se mostró confiado en la victoria y pidió a la gente votar «para lograr un gran resultado en la tarde». «Lo sabemos vamos a ganarle a un partido que tiene dinero abundante eso viene del crimen organizado”, afirmó, al tiempo que confió en que la participación roce el 70% del electorado, dato clave para que la oposición logre la victoria.

El actual presidente, Mario Abdo Benítez, también votó anticipadamente y pidió la participación del pueblo. “Que el gran ganador de esta elección sea la nación paraguaya”, afirmó ante la prensa reunida en el lugar. Abdo Benítez, quien se ha mantenido al margen de la campaña del Partido Colorado por su enfrentamiento con el sector Peña que ganó la interna, concluyó su mensaje con una defensa de su gestión.

“A pesar de las dificultades que tenemos como país latinoamericano, a Paraguay le está yendo muy bien. Ha ido construyendo solidez y previsibilidad macroeconómica, ha fortalecido la institucionalidad, también se ha consolidado la democracia”, completó.

Según las últimas encuestas, el escenario actual es un empate técnico entre Peña y Alegre. La votación está programada para durar hasta las 4:00 p.m. (17 de Argentina). A partir de ese momento comenzará el conteo y se estima que los primeros resultados oficiales comenzarán a anunciarse pasadas dos horas.

Problemas con las maquinas electronicas

A pesar de los reportes de algunos incidentes y “escaramuzas”, según la definición del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), la el día transcurre en silencio. Consultado por Clarín, un observador internacional del Instituto Interamericano de Derechos Humanos (IIDH), una de las organizaciones destacadas en Paraguay para monitorear las elecciones, confirmó que en su primera gira todo estuvo «tranquilo».

Uno de los protagonistas involuntarios en las primeras horas de la elección fueron las máquinas electrónicas. En redes sociales y medios de comunicación se reportaron conflictos en algunas escuelas por la ubicación de las máquinas. El hecho más grave ocurrió en la localidad de Sapucaí, donde simpatizantes del Partido Colorado querían colocar las máquinas dentro de un salón de clasesa pesar de que el TSJE indicó que debían colocarse en los pasillos.

La situación derivó en una pelea con miembros de la Concertación y al menos un miembro del Partido Colorado. sufrió la pérdida de una parte de su oreja. Miembros de la policía tuvieron que intervenir para arreglar la situación.

En la penumbra del patio techado del Colegio Presidente Franco, las colas de votación avanzaban lentas y en silencio. En uno de los laterales se había colocado una máquina y un técnico para indicar su funcionamiento a quienes lo requieran.

Hay muchas personas que me piden que les explique, especialmente los ancianos.”, explicó Ana, la mujer encargada de hacer la explicación, en diálogo con Clarín. Los requerimientos de guías, sumados a los problemas generados por la propia operación, han producido demoras que en algunos casos derivaron en incidentes y protestas por las largas esperas.

Aunque el TSJE había indicado que en casos puntuales las personas que necesitaran ayuda podían acudir con un familiar, en la práctica, la situación generó algunos roces. En el Colegio Presidente Franco se desató una discusión entre una mujer que pidió entrar con su hijo y fue recibida con la negativa de un delegado del partido. El desacuerdo subió en tensión, hasta que se determinó que la mujer podía pasar.

En las paredes del Instituto Dante Alighieri se imprimieron carteles que decían “Está prohibido entrar al cuarto oscuro acompañado”. Junto al texto había una imagen de dos siluetas detrás de una máquina electrónica con una línea roja que las cruzaba en diagonal.

En un momento, se detuvo una de las colas de votación que se extendía a lo largo del patio golpista. Detrás de la mesa se vio cómo los funcionarios del TSJE retiraron una máquina y trajeron una de reemplazo. Uno de los oficiales se paró frente a la fila y mostró un boleto.

“Por favor, la papeleta debe introducirse entera y sin doblar. Se acaba de atascar una máquina porque ingresaron mal la boleta. Hay que esperar a que se reinicie el nuevo, Les pido un poco de paciencia que ya van a poder votar”, explicó, ante el murmullo de los asistentes.

Incluso en medio de los lamentos y las quejas, la ansiedad y la anticipación entre los votantes era palpable. Preguntas sobre cuándo serían los primeros resultados y comentarios asombrados sobre las colas. Mario, un hombre que esperaba que su esposa terminara de votar, coincidió en que nunca había vivido un escenario similar.

“A estas alturas, en elecciones pasadas, siempre sabías quién iba a ganar. Ahora, es un misterio”, dijo.

Asunción, enviado especial

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