La policía de Chile logró frenar un intento de fuga masiva que se dio en el Penal Santiago 1, el más grande del país, que aloja 4000 internos. En reacción, los presos comenzaron un motín que fue desactivado por la policía y bomberos.
Unos 200 presos estuvieron involucrados en los desmanes: prendieron fuego ropa y colchones e intentaron amotinarse, según contaron allegados, por no contar con las medidas de precaución necesarias frente a la pandemia del coronavirus.
Mientras grandes columnas de humo salían desde el edificio del penal, afuera cientos de familiares de los internos se congregaron, y denunciaron escasas condiciones higiénicas en el establecimiento. «Con el coronavirus había incertidumbre entre los presos y se pusieron a hacer motines para que los cuidaran», dijo a AFP Ricardo, padre de uno de los presos.
Mientras, el inspector de Gendarmería Eduardo Muñoz, sostuvo: «Esto fue un intento de fuga que la institución frustró gracias a un trabajo de inteligencia que comenzó la tarde del miércoles. Los desórdenes se generaron cuando los internos se dieron cuenta de que sus planes de escaparse fueron frustrados”.
En otros países de América Latina, como Brasil o Venezuela, ya hubo fugas masivas desde cárceles, motivadas por el temor de la población penal a los contagios de coronavirus y las medidas restrictivas aplicadas por las autoridades.
El intento de fuga se produjo cuando en Chile se registran 342 casos de Covid-19.