Rodolfo Cotilla (nombre ficticio) está enojado. El artesano habanero hace cola para la manteca desde las cuatro de la mañana. Estaba exhausto mucho antes de que fuera su turno.
La oferta de productos es un poco mejor en las casas de cambio, que abrieron en el verano de 2020, pero Cotilla no tiene familiares en el exterior ni acceso a divisas para comprar allí: «En el mercado negro, un paquete de pollo cuesta 1.000 cubanos». pesos (CUP), un cartón de huevos, de 800 a 900 CUP ¿Quién puede pagar eso?
Su familia ciertamente no lo hizo. La hija médica gana 5.000 CUP; el hijo del profesor universitario, 4.000 y su mujer, 2.800. “Con el salario mensual de mi hijo podemos comprar dos paquetes de pollo y dos cartones de huevos, ¡imagínense!”. Cotilla se queja.
Cuba, sumida en una grave crisis
Cuba se encuentra en medio de una severa crisis económica y de abastecimiento, ahora agudizada por una crisis energética así como por la caída del turismo debido a la pandemia del coronavirus, el fin de numerosas misiones médicas y el endurecimiento de las sanciones financieras de EE.UU. Los ingresos de divisas de Cuba se han derrumbado casi por completo.
Las plantas térmicas cubanas de diseño soviético se encuentran en un estado deplorable y necesitan ser reparadas con urgencia. Los cortes de energía en el país se han normalizado.
Un paso hacia el capital extranjero
La semana pasada, el gobierno anunció que ampliaría considerablemente el volumen de inversión extranjera en el comercio minorista y mayorista. Un paso notable, pues hasta ahora el comercio nacional y la participación de empresas privadas cubanas eran tabú para la inversión extranjera. Según el gobierno, el objetivo es mejorar el abastecimiento y la situación del abastecimiento en los comercios.
Asimismo, se fomentará la creación de empresas mixtas en el sector retail, según información oficial. Las empresas con capital cien por ciento extranjero también tendrán cabida en el comercio mayorista. Los ingresos generados por estos negocios se utilizarán para promover la producción nacional y apoyar la importación de bienes para ser vendidos a la población en pesos cubanos.
El economista cubano Ricardo Torres, de la Universidad Americana de Washington, ve la medida «como parte de un intento apresurado de contener la crisis económica en general, y la inflación y el desabastecimiento de todo tipo de productos en particular». «En cierto sentido, es un paso en la dirección correcta», dice.
Estanterías vacías en una tienda de La Habana, poco después de la reforma monetaria a principios de 2021.
«Es solo un paso en una larga escalera»
El gobierno ha anunciado que, inicialmente, dará preferencia a las empresas que se han mantenido «fieles» a Cuba durante la crisis. Cuba suele estar muy endeudada con estas empresas. Para Torres, un paso que tiene sentido por dos motivos: «Las empresas que ya están en Cuba conocen los problemas del mercado cubano, y ya han ‘interiorizado’ en cierta medida sus inconvenientes». La participación en el programa también podría ser una forma de compensar las deudas.
El economista independiente cubano Omar Everleny Pérez, por su parte, considera que las deudas son un obstáculo: «¿Cómo se comprometería una nueva empresa si no está realmente cien por ciento segura de que se pagará?».
Otro problema es el bloqueo de Estados Unidos: “En un país que está bloqueado por Estados Unidos, no cualquier empresa puede realizar su actividad, ya que podría ser sancionada”. Para él, las medidas, aunque no redundarían en el deseado aumento de los recursos de la economía cubana, son una buena idea. “Es un peldaño más en una larga escalera”, dice.
Retorno del mercado de divisas estatal
El lunes (22/08/2022) el gobierno anunció que de inmediato comenzaría a vender nuevamente divisas a la población, y con ello también a quienes viajan a Cuba: 120 CUP por un dólar estadounidense. El tipo de cambio es cinco veces superior al oficial, que se seguiría aplicando en el sector empresarial.
Con el fin de permitir el acceso de más personas al mercado cambiario y satisfacer una demanda que supera con creces la oferta, se limitará la venta de divisas a 100 dólares estadounidenses, o su equivalente en otra moneda, y únicamente a personas naturales.
La reanudación del comercio de divisas por parte del Estado cubano es un intento de recuperar el control del mercado de divisas en el país y frenar la inflación. Para el economista Pérez, la medida es «parte del camino que tenemos que recorrer» pero «insuficiente», porque la oferta de divisas aún es muy limitada.
(rmr/pc)