Del COVID al fentanilo | El Heraldo de México

“Si no fuera por la pandemia, esta sería la emergencia de salud pública de nuestras vidas” jason graham, médico forense jefe de Nueva York. Casi 2700 muertes por sobredosis en esa ciudad en 2021, el total más alto en dos décadas, se espera que el total final de 2022 sea aún mayor. Una muerte por sobredosis cada 3 horas. Según la estimación del Dr. Graham, recién el pasado diciembre de 2022 sería el mes con el peor registro.

Después de la pandemia parece que las grandes ciudades de EE.UU Han vuelto a la normalidad, aglomeraciones, idas y venidas incesantes, un ritmo acelerado que ha olvidado las medidas de distanciamiento y precaución, dejando la puerta abierta a un nuevo inquilino con una letalidad y rapidez sin precedentes, estando presente en el 80% de las muertes accidentales por sobredosis de fentanilo. es una droga sintética que es hasta 50 veces más fuerte que la heroína y 100 veces más fuerte que la morfina. En su versión farmacéutica se receta para dolores intensos postoperatorios o oncológicos, pero en su fabricación ilícita puede acabar con la vida de alguien en minutos.

Es alarmante pensar que para esta nueva emergencia sanitaria el número de muertos aumenta exponencialmente, que a diferencia de la pandemia ha desaparecido la cooperación internacional y la buena voluntad de trabajar por el bien común, que no hay prisa por encontrar un antídoto, que su existencia significa dejar olas de violencia en su camino hacia su destino y que, a diferencia del covid, juventud no solo no es tan resistente sino que es el principal objetivo.

¿Cómo enfrentar esta nueva amenaza? ¿Cómo detener a este enemigo invisible, que puede ser fácilmente producido, indetectable y consumido en dosis muy bajas? “El fentanilo es tu problema” “Hay mucho individualismo, hay falta de amor y de hermandad, de abrazos…”, dijo hace unos días el presidente mexicano, invitando a Estados Unidos a solucionar el problema atacando la adicción y el consumo dentro de su sociedad, aunque Lo anterior no es mentira, ni es que México haya carecido de una estrategia contundente y consecuente contra los grupos nacionales que son acusados ​​de traficar esta y otras drogas.

Entre repartir culpas, entre contradicciones sobre su producción o no en territorio mexicano, entre tiempos políticos apremiantes, este nuevo veneno mortal gana terreno casi tan rápido como su letalidad, haciendo parecer aún más letárgico al ejecutivo que se deja crecer una pequeña bola de nieve por dentro. de una relación bilateral en picada, tensa, provocada por golpes y empujones.

Un problema de salud pública, un problema de seguridad nacional, un problema para la relación bilateral y un gran asterisco para la imagen internacional de México aún con el reciente anuncio de la inversión de Tesla en Nuevo León, donde para ninguna de estas situaciones parece estar la solución del abrazo. eficaz.

El enemigo no es entonces el vecino del norte, es este opioide de fatales consecuencias, por tanto, la defensa de México difícilmente puede hacerse a través de los Consulados en Estados Unidos, como instruyó López. La defensa de México se lleva a cabo desde México, con una estrategia inteligente, sólida, que apunta a impedir (o frenar) la llegada del fentanilo entre la juventud mexicana y que a la vez permite relajar el ambiente bilateral que, queramos o no, es lo más importante en la política exterior mexicana.

POR AZUL ETCHEVERRY
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@BLUETCHEVERRY

MAÍZ

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