Hace unos meses leí un artículo en una revista defendiendo la moda rapida y como era la única opción para poder democratizar la indumentaria a ciertas Estatus socioeconómico. En este artículo hablaron de cómo era la única oportunidad que tenían estos grupos sociales para acceder a ciertos artículos de “moda”. Y cómo, al poder vestir de determinada manera, estas personas mejoraron su autoestima y valor personal. Todo el artículo me dejó preguntándome si mi privilegio estaba nublando mi empatía.
Porque muy probablemente estaba exigiendo a la gente que compre piezas socialmente responsables y sostenibles, cuando el 80% de estas marcas son mucho más caras. También me quedé pensando en todas las veces que no he podido comprar un vestido que vi en el colección dior, y busqué algo similar pero más barato.
La democratización de la moda es un concepto que habla de la autonomía individual, la accesibilidad, que muchas personas puedan acceder a ella y que esté hecha para adaptarse a una gran diversidad de personas. Como hay muchas críticas, esa moda está pensada para un grupo selecto.
Sin embargo, no creo que el consumo de estas tiendas sea la solución para democratizar la moda. Creo que se debe hacer, pero no a expensas de un grupo social aún más vulnerable que el que puede ir a gastar dinero en ellos. Piensa, que el grupo social que vive en vietnam o china y trabaja en estas fábricas, nunca podrá ir a comprar un vestido que ella misma hizo. Sólo por el simple hecho de que, según Campaña Ropa Limpia, un trabajador de estas maquilas gana aproximadamente 2 euros o 44 pesos mexicanos por día. Un vestido de estas tiendas cuesta alrededor de 29 euros, estamos hablando de 14 días de tu sueldo habitual.
Nos hemos acostumbrado a buscar siempre lo más barato, y estas marcas han hecho fortuna con ello. Sé que muchos de vosotros vais a seguir comprando ropa fast fashion, pero también espero que después de leer esto la compréis conscientemente. Esa camiseta de $3 tiene un gran impacto en el planeta y en las personas que la producen. Piensa también que estas empresas tienen millones de dólares en dividendos que podrían usar para pagarles a sus trabajadores de manera justa. Esto está a favor de democratizar la moda, haciendo asequibles los procesos sostenibles.
También haciendo modelos de ropa amigable para todo tipo de cuerpo y etnias. Democratizar la moda a través de mayores plataformas de ropa de segunda mano y un pago justo a las personas que componen nuestras piezas. Queda mucho camino por recorrer, pero ya has dado el primer paso siendo más consciente de tus compras.
POR ARIADNA FUENTES
@CASAAPLO
MAÍZ
Continuar leyendo: Democratizar la moda | El Heraldo de México