Desaguadero, la ciudad fantasma que creó la crisis en Perú

En el lado del borde del borde, está completamente vacío.

Fuga, una ciudad boliviana en la frontera con Perú, ahora está completamente vacía debido al cierre de la frontera debido a las protestas en el país andino. No es un turista, no es un comercio abierto, los restaurantes y los alojamientos están vacíos. Usualmente la ciudad vive del comercio, pero hoy en día es casi un pueblo fantasma

“Hemos pasado ilegalmente. Porque en Perú hay muchos conflictos, todas las secciones están cerradas. Y la gente está entrando porque no hay movilidad para entrar. Estábamos un poco sorprendidos por este lugar que es un poco desolado no hay negocio ni nada”, comenta un turista de Perú, en Desaguadero.

Desde el 4 de enero, para cruzar la frontera entre Bolivia y Perú, no hay otra opción: tienes que pasar ilegalmente. Las oficinas de migración del lado peruano están cerradas.

Las calles y comercios de Desaguadero, cerrados. Foto: Bernat Bidegain / AFP

Entrar Sin Derecho

El puente peatonal está completamente bloqueado, explica Marysol, quien tiene un hotel a pocos metros del paso fronterizo.

“Hasta han puesto una valla. Han puesto una valla metálica. Más antes vendían comida a los que están bloqueando del otro lado. Vendían pan, vendían comida por aquí», dice.

“Ahora el alcalde ha cerrado todo porque el presidente de Perú ha dicho que estan pasando municiones De ahora en adelante, para evitar todo esto, han preferido cerrar los puentes. No podemos pasar nada del otro lado”, añade.

Además, manifestantes peruanos vigilan el puente vial. “Hay que hablar, es lindo hablar con ellos, explicarles cómo es, les dijimos cómo vamos y nos dijeron ‘pase’”, dice Luz.

Pero no todos lo lograron como Luz. Los bloqueadores no te dejan pasar tan fácilmente. Mary probó: “Vengo de Buenos Aires y necesito ir a Perú, porque soy residente allá. Regresé de allí, ahora, del puente. quise pasar y no pude¿Viste?», se lamenta.

La gente cruza a pie hacia Bolivia. Foto: Bernat Bidegain / AFP

camiones bloqueados

No solo la gente no pasa, la mercancía tampoco.

Hipólito es un transportista y esta bloqueado aqui desde el 5 de enero:: “Los días se están haciendo muy largos. Más que nada por la comida. Pero ahora es mejor estar de este lado, del otro la situación es peor”, explica.

Cientos y cientos de camiones están varados uno detrás de otro esperando, como Hipólito, que se abra la frontera.

Es toda una ciudad paralizada. Normalmente aquí se vende de todo, contrabando más que nada. Pero ahora, las calles están desesperadamente vacías.

Cientos y cientos de camiones están varados uno detrás de otro, esperando que se abra la frontera. Foto: Reuters

“Las ferias están recayendo. Están trabajando al 10% los viernes. Los pasajeros, hasta los hermanos turistas siempre generaron recursos”, dice René Luis Ticona Mamani, alcalde de Desaguadero.

Drenar ahora parece un pueblo fantasma. Según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior, las pérdidas económicas por el cierre de la frontera se estiman en seis millones de dólares diarios.

Por Alice Campaignolle, RFI

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