Es un término que todo el mundo conoce muy bien, pero desconocido para el Condición. Implica una ausencia no deseada. Una violencia aterradora, orquestada por varios grupos, algunos de ellos en el poder. La desaparición forzada es un concepto amplio, que desde hace mucho tiempo se ha ampliado a instancias más allá de los campos forenses, como las ciencias sociales, las asociaciones civiles o las instituciones no gubernamentales, en conjunto o por separado. Todos ellos plantean el tema de la desaparición, cada uno con diferentes motivos e intereses.
En México, desde 1964 se empezó a contabilizar el número de personas desaparecidas, extraviadas y localizadas. Fecha de interés, ya que para entonces recién se comenzaba a hablar de la desaparición en términos jurídicos y de su importancia para la Naciones Unidas. El caso de las desapariciones forzadas en Argentina durante la dictadura militar representó un hito para entender las desapariciones en America latinaSin embargo, es fundamental tener en cuenta que para abordar este concepto se deben considerar sus lugares de origen y sus propios contextos.
Esto se debe a que, si bien la definición jurídica de la violencia parece ser de carácter general, sus formas, acciones y formas de interpretarla surgen de una determinada experiencia. La desaparición de un mexicano por la guerra contra el narcotráfico no tiene el mismo peso político ni las mismas repercusiones que la de un argentino privado de su libertad durante el período de la Junta
Militar. Cada situación debe ser analizada en función de sus propias circunstancias.
En México, hace muchos meses se superó la cifra de 100,000 personas desaparecidas y no localizadas, según datos de la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB). El recuento comenzó en 1964, pero parece tener momentos clave anteriores. Es fundamental tener en cuenta, como toda estadística, que estos datos no están exentos de errores, ni pueden ser representativos de cómo vive cada persona la desaparición en el país.
Dada la falta de interés y responsabilidad de la autoridad para brindar soluciones a este problema, corresponde a otras instancias reconocer y buscar a las personas desaparecidas. Se presenta el caso de las Madres Buscadoras, civiles que han logrado, por su propio esfuerzo, otorgar reconocimiento social a los cuerpos ausentes. Es un trabajo muy duro que se ha extendido a otros estados de la república.
Una tarea que nos permite ver y conceptualizar la desaparición. Esos cuerpos siguen sin una nueva identidad legal, su estado está en espera, en caso de que alguien los encuentre.
POR IGNACIO ANAYA
COLABORADOR
@IgnacioMinj
MAÍZ
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