Las bandas carcelarias de Ecuador y el hacinamiento promueven la violencia en las cárceles del país, que se ha cobrado la vida de más de 350 detenidos desde 2021, denunció este jueves (28.07.2022) la ONG Human Rights Watch (HRW). ).
En un reportaje interactivo, la organización documenta la masacre en el penal de Guayaquil en noviembre de 2021, en la que murieron más de 60 detenidos. “El control de las bandas sobre sectores del penal contribuyó a la masacre”, dijo la entidad, y agregó que “las autoridades no respondieron de manera adecuada ni oportuna”.
“Estos hechos violentos son un alarmante recordatorio de las graves carencias que existen en Ecuador para lograr un control efectivo de las cárceles y proteger la vida y seguridad de los ecuatorianos”, dijo Tamara Taraciuk, directora interina para las Américas de HRW. Taraciuk advirtió que si el gobierno no reduce el hacinamiento y recupera el control, «es probable que estos horribles baños de sangre continúen».
Desde 2021, más de 350 detenidos han muerto y decenas han resultado heridos en las siete masacres en los penales de Guayaquil, Latacunga, Santo Domingo y Cuenca. En el más reciente, ocurrido el 18 de julio en el penal de Santo Domingo, fallecieron 12 detenidos. Hasta mediados de julio, las autoridades no habían condenado a nadie por estas masacres.
Según HRW, las cárceles ecuatorianas suelen estar controladas por organizaciones criminales que extorsionan a los detenidos y sus familias. Familiares de presos entrevistados por la ONG afirmaron que estuvieron varios días tratando de dar con el paradero de sus seres queridos.
“Algunos se enteraron que habían sido asesinados porque sus nombres aparecían en una lista colocada en un poste de luz frente al penal. Otros se enteraron cuando un funcionario público gritó los nombres de las víctimas frente a la morgue”, dijo la entidad. . Tampoco han recibido ningún tipo de reparación, compensación o apoyo por parte del Gobierno, según la fuente.
La organización destacó la falta de personal penitenciario o su capacitación deficiente, además del hacinamiento, lo que, según HRW, podría deberse al uso excesivo de la prisión preventiva. Algunos centros albergan el doble de personas que su capacidad oficial
El informe también destaca los retrasos en el otorgamiento de beneficios penitenciarios, como los regímenes semiabiertos o la libertad condicional, y las duras políticas antinarcóticos que, en los últimos años, han generado un aumento de las condenas por delitos relacionados con las drogas, incluso en bajos casos de gravedad.
amores (afp, efe, ep)