No estoy seguro de dónde se siente el alma, pero tiene mucho en mente, y pesa en el corazón Se siente en todo el cuerpo.
No es necesario entrar en la razón para comprender la absurda necesidad de amar, con lo peligroso que es, ¿para qué volver a intentarlo? Pero es que cuando te roban un trozo de tu alma, la historia se teje sola.
Con el tiempo lo han descrito con el famoso enamoramiento de cupido Y esta idea anticuada y barroca puede estar desactualizada, sin embargo, tiene razón. Cuando la flecha golpea, pierdes esa parte de voluntad sobre ti, ya pertenece a otra persona.
Pero son más bien estas historias las que se esculpen a golpes como si se tratara de hacer una escultura con un cincel, unos golpes son más fuertes, que te rompen y te incomodan, y otros tantos que son suaves caricias que perfeccionan el trabajo, aun que se construya entre dos, y para dos. La inevitable construcción y evolución. Siempre estamos esculpiendo esta obra que se llama vida, que se llama amor.
Parece que enamorarse es una especie de conspiración, como una autosabotaje donde tú, Como dueño del castillo, envías a todos tus guardias que protegen el corazón a dormir y dejan entrar el espacio más sagrado que tenemos, nuestro corazón, un lugar al que debemos entrar descalzos y en silencio, porque es donde realmente vive nuestra verdad. . Y ahí ya no estás solo, ya hay alguien más. Estás desprotegido, en tu lugar de paz.
Y el amor es así, se trata de ser alguien más, sin olvidar quién eres realmente, se trata de derretir y desdibujar tu individualidad mientras creas complicidad.
Unos son amores de tapa, fáciles, que gritan, otros son amores que gritan por dentro, que viven donde empiezas a estar, ese lugar al que es difícil acceder; Solo los que te aman lo saben de verdad.
Estás invadido por pensamientos constantes, tus planes y el tiempo se vuelve relativo, las manecillas de tus relojes, sin importar las zonas horarias, se fusionan en uno.
Hay pedazos del alma que están tatuados con nuestro nombre, y nuestra alma está tatuada con quienes supieron reconocerse en la nuestra. No depende de nada, simplemente es. Esas piezas que les son robadas y les pertenecen para siempre. Es como si esa parte de ti reconociera al otro y quisiera quedarse con él, porque es para estar en paz. Va más allá de tener razón o no. Para entenderlo o no. Hay partes de ti que ya no son tuyas, porque ya pertenecen a otra persona.
No se planifica, no se pone en el calendario, ni se hace un plan para el mejor desempeño.
La mirada, las palabras. Sentirse visto y luego sentirse valorado. Saber que eres escuchado y recibido. Sepa lo que piensan de usted. Etiquetado en una historia. Piensen en canciones y luego cántenlas juntos, como si el tiempo no existiera. Un WhatsApp sin sentido, un sticker para alargar la conversación. Las noches de insomnio. Los escritos que fluyen como un río. Encuentra significado en el absurdo y luego cambia su significado.
Puedo estar seguro de que la energía crea sueños imposibles, encuentros predestinados. Construir castillos en lo intangible. Hay partes de ti que parece que el destino siempre supo que pertenecían a otra persona.
POR PAOLA ALBARRAN
paolaalbarran1@gmail.com
Instagram: @paolaalbarran
MAÍZ
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