Los personajes controvertidos abundan en el 4T y Jaime Bonillasenador y ex gobernador de Baja California, Es uno de ellos. Su historia política está tejida con un hilo de contradicciones que en última instancia refleja un problema más profundo en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador: las consecuencias del pragmatismo que utilizó cuando trajo aliados cuestionables para lograr victorias electorales a toda costa.
Esta semana el legislador estuvo en el centro de la polémica por su conflicto con el gobernador, Marina del Pilar Ávila que Bonilla quiso llevar a la tribuna del Senado acusando a su gobierno de tener vínculos con el hampa.
Sin querer el gazapo, Jaime Bonilla Dijo que en Baja California el gobierno pasó de ser socio de los narcotraficantes a convertirse en un cartel, afirmación que parece autoincriminatoria, pronunciada el miércoles pasado para golpear a quien se supone es un compañero del movimiento.
Hace pocos meses, Jaime Martínez Velozpolítico y autor del libro «El Impostor: Crónicas de un infiltrado del FBI»ya nos ofreció serias revelaciones sobre la vida política de Bonilla, exponiendo una serie de episodios y acontecimientos que arrojan luz sobre la complejidad y turbulencia del exmorenista en la actualidad.
Como es sabido, uno de los aspectos más destacados de la carrera de Bonilla fue su intento de extender su mandato en Baja California, maniobra que desafió abiertamente la Constitución y que sólo pudo ser frenada gracias a la firme oposición e intervención de la Corte Suprema. Corte.
Sin embargo, las polémicas en torno a Bonilla no se limitan al ámbito mexicano, sino que se extienden a su vida política en Estados Unidos. Durante su candidatura al Distrito de Agua de Otay, en San Diego, California, Bonilla fue objeto de denuncias por exceder los límites de gasto de campaña y por no revelar el origen de los recursos utilizados.
Además, enfrentó acusaciones de corrupción que derivaron en su despido por actos de nepotismo y la contratación anómala de un despacho de abogados que facturó una suma importante en un corto período de tiempo. Martínez Veloz va un paso más allá al revelar que Bonilla actuó como informante del FBI en un caso de soborno, grabando conversaciones comprometedoras.
La influencia política de Bonilla en San Diego creció considerablemente, hasta el punto de impulsar un proyecto de desalinización en territorio mexicano con el objetivo de abastecer de agua a San Diego. Sin embargo, este proyecto se vio ensombrecido por una falta de planificación adecuada y una falta de transparencia sobre su verdadero propósito, lo que finalmente resultó en una deuda millonaria para la administración de Baja California.
Esa deuda y otros episodios de corrupción transfronteriza son parte de lo que encontró Marina del Pilar cuando lo reemplazó en el gobierno y que hoy se concreta en dos causas penales, en particular, por un esquema de extorsión a través de la empresa Fisamex, que cobró sumas colosales. cantidades de dinero a través de impuestos sobre el agua.
«El Impostor» también arroja luz sobre la cuestionable credibilidad de Bonilla. Por ejemplo, afirma que estudió ingeniería en la UNAM pero no hay registros de licencia profesional, pero hay sobre otro episodio: su período de supuestos estudios coincide con el tiempo que pasó preso en Tijuana por un asunto de bienes raíces. fraude.
Quizás el episodio más oscuro en la historia de Bonilla sea el asesinato de Lourdes Maldonado, ex reportera de su conglomerado de medios. Maldonado denunció en la “mañanera” presiones, acosos y amenazas por parte de Bonilla antes de ser asesinada, lo que arroja serias dudas sobre el ambiente tóxico y peligroso que reina en su entorno político.
En resumen, la historia de Jaime Bonilla Es un ejemplo vívido de la complejidad y las contradicciones que caracterizan la política en la 4T. Su carrera política está marcada por acusaciones de corrupción.
Quizás en Morena se dieron cuenta y, como en otros casos, el político-empresario terminó refugiándose en el PT estatal que se consolida como la coladera de la 4T.
Ya entró al noroeste
Diariamente llegan noticias lamentables desde Sonora donde un día hay ataques en torno a centros educativos y otro desapariciones, problemas de abastecimiento de agua o, directamente, entreveros de contratación gubernamental.
Mientras el gobernador Alfonso Durazo Dedica profusamente su agenda a sus funciones como presidente del Consejo Nacional MorenaLas sospechas surgen por mala gestión dentro de su gestión.
Un ejemplo es el Ministerio de Salud donde implementó una estrategia de contrato marco para proveedores de limpieza en instalaciones públicas que quedó en manos de Wilk S de RLuna firma a la que de repente empezaron a exigir documentos adicionales y que se observa con frecuencia en el sector dada la vinculación entre el director general de administración Víctor Abraham Larios y la empresa BL Limpieza y Mantenimiento.
POR ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
COLABORADOR DE RADIO HERALDO
@ARTURO_RDGZ
MAAZ
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