El cierre prolongado de las escuelas en América Latina está conduciendo a una crisis

BOGOTÁ, Colombia — Paola Hernández, una madre soltera desempleada de tres hijos que vive en una chabola en la ladera de una colina aquí, no tiene una conexión a Internet que funcione para las clases en línea de sus hijos ni el dinero para imprimir las tareas escolares.

El resultado es que durante 15 meses, desde que cerró la escuela cercana debido a la pandemia, sus hijos no han recibido educación en el aula. Su hija Wendy, de 16 años, tendrá que repetir sexto grado. Su hijo Johan, de 8 años, no puede leer su propio nombre.

“Mis hijos se están quedando atrás”, dijo la Sra. Hernández, de 31 años, quien contuvo las lágrimas al explicar cómo ha tenido que mendigar en las calles mientras lucha por encontrar trabajo como limpiadora. «Lloro cuando pienso en el futuro que les dejo a estos niños».

La angustia de Hernández es parte de la catástrofe generacional que se desarrolla en América Latina, donde los niños, en promedio, han perdido más días escolares durante la pandemia que en cualquier otro lugar del mundo, según Unicef. Más de la mitad de los 190 millones de niños en edad escolar de la región permanecen fuera del aula, muchos de ellos sin opciones viables para el aprendizaje a distancia.

El Banco Mundial estima que alrededor del 15%, o 28 millones de niños en edad escolar, abandonarán por completo, lo que es preocupante para una región donde los estudiantes ya se habían quedado rezagados con respecto a otras partes del mundo en matemáticas y comprensión lectora. Los defensores de la educación y los economistas advierten de un golpe sin precedentes para el desarrollo social y económico de América Latina en los próximos años, que probablemente provocará pobreza, violencia y migración.

Fuente: WSJ

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