Se trata de Dina Boluarte, a quien buscaron inhabilitar durante 10 años. El presidente se enfrenta a una moción de censura el miércoles.
Empezado una semana complicada para el gobierno de Pedro Castillo en Perú, que el miércoles se enfrenta a moción de censura en el Congreso. Más temprano, este lunes, la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales (SAC) del Parlamento debatió, votó y desestimó un recurso de inconstitucionalidad contra la vicepresidenta y exministra Dina Boluarte.
Boluarte es quien ocuparía la presidencia si Castillo pierde la moción el miércoles. La propia vicepresidenta enfrentaba acusaciones en su contra hasta este lunes: un proceso para suspenderla de ejercer cargos públicos por haber continuado como presidente de un club privado cuando yo era ministro.
El tercero en la sucesión presidencial sería el presidente del Congreso, jose williamsgeneral retirado del Ejército e integrante de Avanza País, uno de los tres partidos de derecha que lideran la ofensiva desde el órgano legislativo.
Archivo de hecho de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso del Perú dos quejas que solicitó la inhabilitación del vicepresidente por una supuesta violación a la Constitución y una acusación ante la Fiscalía por delitos de negociación incompatible, aprovechamiento del cargo y abuso de autoridad.
La decisión se tomó con 13 votos a favor y 8 en contra de los integrantes de la Subcomisión, luego de la presentación de un informe elaborado por el legislador oficialista Edgar Reymundo, quien recomendó que se retiraran los cargos contra el vicepresidente, quien hasta la semana pasada también era ministro de Desarrollo e Inclusión Social.
La denuncia busca su inhabilitación por 10 años para el servicio público por haber realizado gestiones como presidenta del club departamental de Apurímac cuando ya cumplía con sus funciones en el Ejecutivo y por contratar a uno de sus cuñados por la Contraloría General de la República. República (tribunal de cuentas).
El miércoles
A su vez, Castillo enfrentará este miércoles un nuevo intento de juicio político, en medio de rumores cruzados de intentos de golpe de Estado, todos sin pruebas, que agitaron a Perú durante el fin de semana.
Castillo, un profesor rural de izquierda sin partido político, deberá comparecer el miércoles ante el Congreso para defenderse en un proceso que busca destituirlo por «incapacidad moral permanente».
El presidente de 53 años trató de frustrar la sesión argumentando que la moción estaba «incompleta», pero el Congreso, controlado por tres partidos de derecha radical, Rechazó esa actitud e insistió en la presentación, que antecederá a una votación que podría tener lugar inmediatamente después.
Si 87 de los 130 congresistas votan por la vacante, Castillo deberá dejar su lugar al vicepresidente.
La palabra clave serán los 37 congresistas que fueron electos el año pasado por el entonces partido de Castillo, el marxista-leninista Perú Libre (PL), y que ahora son dispersos en cuatro grupos, algunos de ellos críticos con la gestión gubernamental.
La prensa local habla de supuestas negociaciones entre Castillo y la que fue su bancada e incluso señala que el presidente está dispuesto a sacrificar, como pieza a cambio de apoyo, a su jefe de gabinete ministerial, Betsy Chávezun exmilitante del PL que no solo tiene fuertes disputas con la derecha, sino también con sus excompañeros.
El diario El Comercio de Lima cuestiona este lunes en una columna si el debate del miércoles podría posponerse.
Consultados por El Comercio, especialistas en temas parlamentarios Martín Cabrera y Alejandro Rospigliosi respondieron que no y que la actuación del presidente (interponer recursos contra su acusación) tendría como finalidad entorpecer y dilatar las labores de la representación nacional.
Redacción Clarín con información de Gonzalo Ruiz Tovar, especial desde Lima para Télam y El Comercio
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