WASHINGTON (AP) — El Departamento de Comercio anunció el viernes nuevas restricciones a las exportaciones de armas de fuego de Estados Unidos en un esfuerzo por evitar que las armas terminen en manos de narcotraficantes y criminales de otras naciones.
La supervisión de las exportaciones legales de armas de fuego se ha convertido en una lucha política en Washington desde que la administración Trump en 2020 trasladó la supervisión del Departamento de Estado al Departamento de Comercio, una medida que fue ampliamente considerada favorable a la industria de las armas de fuego. El presidente Joe Biden durante su campaña de 2020 se comprometió a revertir la medida “si fuera necesario”. Desde entonces, algunos legisladores demócratas en el Congreso han examinado la tasa de aprobaciones de exportaciones de armas, incluidas las semiautomáticas, diciendo que provocan violencia y disturbios en todo el mundo.
En octubre, el Departamento de Comercio congeló las exportaciones de armas, lo que fue criticado por la Asociación Nacional del Rifle y por legisladores republicanos. El viernes, el Departamento de Comercio dijo que levantaría la suspensión de las exportaciones a partir del 30 de mayo, pero con nuevas reglas y estándares de revisión más estrictos.
Los cambios incluyen negar la mayoría de las licencias de exportación a entidades comerciales en 36 países que, según los criterios del Departamento de Estado, son lugares de alto riesgo para el tráfico ilegal de armas o que socavan la seguridad nacional de Estados Unidos. Las nuevas regulaciones también siguen más de cerca las ventas y reducen la validez de las licencias de exportación de cuatro años a un año.
“El Departamento de Comercio está protegiendo la seguridad nacional de Estados Unidos al dificultar que criminales, terroristas y cárteles consigan armas de fuego fabricadas en Estados Unidos. Con demasiada frecuencia, las exportaciones de armas de fuego caen en manos equivocadas y terminan siendo utilizadas de maneras que socavan directamente la seguridad nacional y los intereses de política exterior de Estados Unidos”, dijo la secretaria de Comercio, Gina Raimondo, en un comunicado.
El departamento espera que los cambios afecten a unos 40 millones de dólares de los 600 millones de dólares en ventas internacionales que los fabricantes de armas estadounidenses realizan en promedio anualmente.
El representante Joaquín Castro, un demócrata de Texas que ha pedido al Departamento de Comercio que cambie sus políticas, dijo en X que estaba «contento» de ver las nuevas regulaciones.
«No deberíamos exportar nuestra epidemia de violencia armada», afirmó.