“El aumento en el consumo de energía atribuible al crecimiento de la minería de activos digitales tiene efectos ambientales negativos y puede tener implicaciones de justicia ambiental, así como aumentar los precios de la energía para aquellos que comparten una red eléctrica con mineros de activos digitales”, según el documento. “La minería de activos digitales también crea incertidumbre y riesgos para las empresas de servicios públicos y las comunidades locales, ya que la actividad minera es muy variable y móvil. Un impuesto especial sobre el uso de electricidad por parte de los mineros de activos digitales podría reducir la actividad minera junto con sus impactos ambientales asociados y otros daños”, agrega el documento.