Claudio Suárez fue campeón del fútbol mexicano, pero también perdió finales, por eso y por su destacada trayectoria, en la que defendió los colores de Chivas y Tigres, visualizó una clave para que los rojiblancos se coronaran en la Liga MX.
El Emperador jugó dos últimas instancias como felino, Invierno 2001 y Apertura 2003, sin levantar el título.
También hizo pareja con El Rebaño, Verano 97 e Invierno 98, coronándose en la primera. Con este aprendizaje ve un duelo parejo para la dinámica rojiblanca y la experiencia felina.
“Tigres se ha vuelto protagonista en los últimos años, aunque siento que llegó a la final empujando. Tienen jugadores con mucha calidad, pero ya son veteranos”, dijo a El Heraldo de México. “Chivas trabajó bien como grupo y ese es su fuerte: todos corren, es un equipo dinámico”, contrastó el exdefensor y dirigente del Tricolor.
El tres veces mundialista con México, destacó que la final tiene otro valor agregado: el de enfrentar a un club de puros mexicanos, contra uno que apuesta por los extranjeros.
“Nunca fuimos favoritos para eso, pero se nota que con nacionales se puede lograr, y jugando bien al fútbol”, dijo.
A pesar de lo parejo del duelo, ve al Guadalajara como un ligero favorito, pero también ve peligro de que dejen ir a la estrella número 13, si renuncian están confiados. “Me pasó contra Necaxa, en 1998, estaba listo el partido, pero fallamos ocasiones, perdimos y se canceló el festejo”, dijo.
Las apuestas apoyan al Emperador, porque por los rojiblancos pagas +140, mientras que los felinos van con +220.
“Cuando pierden el balón, Chivas recupera bien, ya Tigres le pesa la dinámica, es un equipo más lento. Ambos deben hacer un juego casi perfecto”, consideró el exdefensor, quien disputó 146 partidos con el Guadalajara y uno menos con los Reales.
MAÍZ