BRUSELAS — Los gánsteres que conspiraban para asesinar a un juez pensaban que no dejaban nada al azar. Pero los policías a cientos de millas de distancia los vieron gracias a una vigilancia con un toque moderno.
Usando teléfonos encriptados supuestamente inexpugnables, los sicarios serbios discutieron a principios de este año cómo la dirección del viento y la distancia podrían afectar la bala del francotirador y planearon su huida. Sin que ellos lo supieran, sus mensajes también aparecían en las pantallas de las computadoras de un equipo de la policía secreta en Bélgica que había pirateado el servicio de mensajería, llamado Sky ECC. Los belgas advirtieron a la policía en Serbia, que llevó al juez a un lugar seguro.
Fuente: WSJ