El Ibex 35 comienza la jornada con un descenso del 0,7% que empuja de nuevo al selectivo al nivel de los 8.900 puntos con inversores a la espera de iniciar la reunión de banqueros centrales en Jackson Hole (Estados Unidos), que comienza hoy, y la publicación de la acta de la última reunión del BCE.
Solo cuatro acciones escapan a los números rojos en los primeros minutos de negociación. El más destacado es PharmaMar, que suma medio punto porcentual. El resto de empresas (Colonial, Grifols y ACS) apenas ganan un 0,1%.
Mucha más noticia en territorio negativo, donde sobresale ArcelorMittal, que pierde un 2%. Otros valores que disminuyen más del 1,5% son Solaria, Fluidra, Acerinox e Inditex.
Empresas como Repsol, Siemens Gamesa, Endesa, IAG y Almirall.
El resto de plazas del Viejo Continente también iniciaron la sesión con caídas. El Euro Stoxx perdió un 0,78%, mientras que el Dax alemán cayó un 0,88% y el Cac francés un 0,72%. Por su parte, el London Ftse cayó un 0,66%
Agujero de jackson
Los inversores están atentos a la tradicional reunión de banqueros centrales en Jackson Hole (EE. UU.), Que comienza hoy y finaliza el sábado.
Los mercados prestarán mucha atención al discurso de la Presidente de la Reserva Federal (Fed), Jerome Powell, que tendrá lugar el viernes.
Se espera que Powell dé pistas sobre el inicio de la ‘disminuyendo’ (retirada de estímulos económicos).
La semana pasada, la publicación del acta de la última reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), provocó tensión en el mercado ya que se pudo constatar cómo los integrantes de la institución monetaria ya están discutiendo la posibilidad de comenzar a retirar algunos estímulos para fines de este año
Además, las últimas declaraciones de la El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Robert Kaplan, generan incertidumbre sobre la hoja de ruta que Powell podría entregar mañana.
Por otro lado, el El Banco Central Europeo publica hoy el acta de su reunión de política monetaria. En julio, el BCE se comprometió con una política monetaria acomodaticia hasta que la inflación alcanzara de forma duradera el objetivo del 2%, lo que no se espera que ocurra hasta al menos 2023.
De esta forma, el BCE se desvía de la hoja de ruta de la Fed y el Banco de Inglaterra y no parece estar dispuesto a reducir su programa de compra de bonos en el corto plazo.