29 oct (Reuters) – El jefe de la poderosa Guardia Revolucionaria de Irán advirtió a los manifestantes que el sábado sería su último día en las calles, en una señal de que las fuerzas de seguridad podrían intensificar su represión de los disturbios que azotan el país.
Irán se ha visto afectado por las protestas desde la muerte de la mujer kurda Mahsa Amini, de 22 años, bajo la custodia de la policía moral el mes pasado, lo que representa uno de los desafíos más audaces para el liderazgo clerical desde la revolución de 1979.
«¡No salgan a las calles! Hoy es el último día de los disturbios», dijo el comandante de la Guardia Hossein Salami en uno de los lenguajes más duros utilizados en la crisis, que el liderazgo clerical de Irán culpa a sus enemigos extranjeros, incluidos Israel y Estados Unidos.
«Este plan siniestro es un plan tramado… en la Casa Blanca y el régimen sionista», dijo Salami.
La temida Guardia Revolucionaria, que depende directamente del líder supremo, el ayatolá Ali Khamenei, no se ha desplegado desde que comenzaron las manifestaciones el 16 de septiembre. Son una fuerza de élite con un historial de aplastamiento de la disidencia.
Los grupos de derechos han dicho que al menos 250 manifestantes han muerto y miles han sido arrestados en todo Irán en las protestas, que se han convertido en una revuelta popular de iraníes furiosos de todos los estratos de la sociedad.
El viernes, imágenes de video en las redes sociales mostraron a manifestantes pidiendo la muerte de Khamenei y la milicia Basij, que ha desempeñado un papel importante en los esfuerzos para calmar las manifestaciones.
El Ministerio de Inteligencia y el brazo de inteligencia de la Guardia Revolucionaria acusaron a las agencias de espionaje de Estados Unidos, Gran Bretaña, Israel y Arabia Saudita de haber orquestado los disturbios para desestabilizar la República Islámica.
Salami, que hablaba en un funeral de las víctimas muertas en un ataque esta semana reivindicado por Estado Islámico, reiteró ese mensaje en un discurso directo a los manifestantes.
“No vendan su honor a Estados Unidos y no le den una bofetada a las fuerzas de seguridad que los están defendiendo”, dijo.
dubai.newsroom@thomsonreuters.com; Editado por Andrew Cawthorne y Helen Popper
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