El mundo islámico se reúne para buscar que la guerra contra Hamas en Gaza no se extienda a toda la región

Con clara preocupación por un posible caos en la región, los países islámicos celebran este fin de semana en Arabia Saudita, el sábado y el domingo, dos grandes reuniones para analizar la crisis de Gaza. Es élla cumbre más importante en años de ese camino que por primera vez en más de una década incluye la presencia en la capital del reino saudita del presidente de Irán, Ebrahim Raisi.

Un acercamiento entre rivales que se produce al calor del desastre humanitario en el enclave que suscita multitudinarias protestas en todos esos países y ponen en riesgo acuerdos ambiciosos Acuerdos comerciales y de inversión firmados con Israel. Pero esencialmente lo que une a estos líderes no es el amor sino el temor de que este grave problema pueda convertirse en una crisis regional incluso de proporciones bélicas.

El príncipe heredero y principal figura del reino saudí, Mohamed bin Salman, que hasta el sangriento atentado terrorista de Hamás del pasado 7 de octubre había estado negociando un acuerdo histórico con Israel, destacó en su discurso inaugural este sábado su “repudio categórico”al castigo de guerra que están sufriendo los palestinos de Gaza.

detengan la guerra

Lo que se exige, incluso de acuerdo con las potencias occidentales, es una moderación de la acción bélica de Israel, un alto el fuego y un plan de ayuda muy obvia y concreta para los civiles no beligerantes en la Franja.

«Esta cumbre se celebra en circunstancias excepcionales y dolorosas… Rechazamos categóricamente esta guerra brutal.a los que nuestros hermanos y hermanas están siendo sometidos en Palestina… renovamos nuestra demanda de un cese inmediato de las operaciones militares», dijo el príncipe heredero. Añadió que miles de civiles habían muerto por los ataques aéreos israelíes y que los hospitales y lugares de El culto había sido destruido.

“Lo que tenemos frente a nosotros es una catástrofe humanitaria «Lo cual es testimonio del fracaso del Consejo de Seguridad de la ONU y de la comunidad internacional a la hora de poner fin a las flagrantes violaciones por parte de Israel de las leyes y normas internacionales y del derecho internacional humanitario», afirmó.

Bin Salman dijo que los acontecimientos en Gaza exigen una “Esfuerzo colectivo coordinado para tomar medidas efectivas” y exigió la apertura de corredores humanitarios para brindar ayuda a los civiles.

Los saudíes, con la mediación de China, acordaron el pasado mes de enero un acercamiento sin precedentes con su antiguo rival iraní, furioso enemigo de Israel, prueba de la enorme transformación que vive la región. Ambos países son las mayores potencias en estos encuentros.

La conferencia del sábado reunió a 22 países miembros de la Liga Árabe, mientras que la de este domingo, prevista más temprano, tiene un nivel único con la presencia de 57 naciones de mayoría musulmana que conforman la Organización de Cooperación Islámica.

El Ministerio de Asuntos Exteriores saudita dijo que esta Cumbre Árabe Islámica Conjunta Extraordinaria surge “como un sentimiento por parte de los líderes de todos los países sobre la importancia de unir fuerzas y alcanzar una posición colectiva unificada expresar la voluntad común árabe-islámica sobre los peligrosos y sin precedentes acontecimientos que están teniendo lugar en Gaza».

Gran parte de estos países, a excepción de Irán o Qatar, apoyan por debajo de la mesa La intención de Israel de destruir al grupo Hamás. que es un problema común. La discusión gira en torno al exceso aplicado en lo que se considera un castigo colectivo de todo el pueblo de Gaza. Recordemos que un enorme puñado de países musulmanes vecinos de Israel negociaron o estaban negociando acuerdos de acercamiento comercial y político que el ataque terrorista intentó en gran medida bloquear.

La posibilidad de restablecer estos vínculos se ha visto complicada por a costa de enormes bajas civiles lo que generó la reacción israelí que bombardea sin descanso la Franja desde el ataque terrorista del grupo ultraislámico.

Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores saudí sostuvo que esta crisis que «ha sumido a la Franja en la peor catástrofe humanitaria de su historia, «Se requiere la unidad de las filas árabes e islámicas para enfrentar y contener sus repercusiones». La alusión era clara a la preocupación por las peligrosas consecuencias de la crisis.

El jefe de la diplomacia saudí, Faisal bin Farhan, presidió la reunión preparatoria de esta doble cumbre, de la que se espera que surja una resolución para una «cese inmediato de las operaciones militares» de Israel en Gaza, la liberación de los rehenes en poder de Hamás y el rechazo al desplazamiento forzado de los palestinos.

Entre otras figuras que participan están el presidente palestino, Mahmud Abbas; el emir de Qatar, Tamim bin Hamad Al Thani; o el presidente de Siria, Bashar al Assad, cuyo país fue recientemente readmitido en la Liga Árabe tras más de una década de suspensión.

También los líderes de Emiratos Árabes Unidos y Bahréin, países que establecieron vínculos con Israel en 2020 y que han emitido duras condenas contra la incesante campaña terrestre y de bombardeos israelíes, si bien esto no ha afectado hasta el momento a sus relaciones con el Estado. Judío.

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