El Papa Francisco rindió un emotivo homenaje a su predecesor, el Papa Emérito Benedicto XVI, quien falleció este sábado a la edad de 95 años. «Con emoción recordamos a una persona tan noble y amable», dijo Francisco durante las oraciones de Nochevieja en la Basílica de San Pedro.
«Hablando de bondad, en este momento, los pensamientos van espontáneamente al queridísimo Papa emérito Benedicto XVI, que nos ha dejado esta mañana«, dijo el Pontífice durante la homilía que pronunció este sábado durante la celebración de las Primeras Vísperas y el Te Deum de acción de gracias.
El Papa emérito falleció este sábado durante la madrugada argentina en el monasterio vaticano donde residía desde su renuncia.
Poco antes de las 7 de la mañana en Argentina, sonaron las campanas de la Basílica de San Pedro y cientos de personas acudieron a la plaza para recordar a Joseph Ratzinger, un refinado teólogo ultraconservador que eligió el nombre de Benedicto XVI. después de ser nombrado jefe de la Iglesia Católica en 2005.
Por primera vez en la milenaria historia de la institución, El Papa reinante, Francisco, presidirá el 5 de enero en la plaza de San Pedro el funeral de un antecesor, que ya no tenía funciones.
«Según el deseo del Papa emérito, el funeral se llevará a cabo con la mayor sencillez», dijo el portavoz papal.
Al finalizar el funeral, que se celebrará en la plaza de San Pedro y al que podrán asistir todos los fieles sin necesidad de entrada, el féretro del pontífice emérito será enterrado en las grutas vaticanasdonde albergan las tumbas de los papas, dijo el Vaticano en un comunicado.
La muerte de Benedicto XVI pone fin a la insólita convivencia de dos papas, ambos de sotana blanca: Ratzinger y Bergoglio, un jesuita que quería un papado dedicado a los pobres y los migrantes.
El miércoles, durante la audiencia general, Francisco había pedido rezar por la salud de su predecesor, que estaba «muy enfermo» y al que fue a visitar.
“Con emoción recordamos tu persona, tan noble, tan bondadosa. Y sentimos tanta gratitud en nuestro corazón: agradecimiento a Dios por habérselo dado a la Iglesia y al mundo; gratitud a él, por todo el bien que ha hechoy sobre todo por su testimonio de fe y oración, especialmente en estos últimos años de su vida retirada”, añadió Francisco, elegido el 13 de marzo de 2013 en el cónclave convocado tras la dimisión de Ratzinger.
“Sólo Dios conoce el valor y la fuerza de su intercesión, de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”, añadió el Papa este sábado.
Francisco encabezará también el funeral que, el jueves 5 de enero a las 9:30 horas en Roma, supondrá el último adiós al Papa emérito, según ha indicado hoy el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, en un marco en el que no será una ceremonia «en el signo de la sencillez» solicitada por Ratzinger.
Bergoglio y su antecesor estuvieron estrechamente vinculados durante los casi diez años que Ratzinger vivió dentro del Vaticano como emérito con Francisco como Papa.
Francisco se había referido a su relación con Benedict hace menos de quince días.
«Lo visito con frecuencia y salgo edificado de su mirada transparente. Vive en la contemplación» Tiene buen humor, es lúcido, muy vivo, habla bajito pero la conversación continúa. Admiro su inteligencia. el es un grande El es un santo. Es un hombre de alta vida espiritual”, recordó a mediados de diciembre en declaraciones al diario español ABC.
En la misa de este sábado, el Papa también aprovechó para denunciar que “los perjuicios del individualismo consumista están a la vista de todos”.
“Y el daño más grave es que los demás, las personas que nos rodean, son percibidas como obstáculos para nuestra tranquilidad, a nuestra conveniencia”, argumentó después el Papa, quien también lamentó que “la sociedad individualista y consumista tiende a ser agresivaporque los demás son competidores con los que competir».
Ratzinger, el primer Papa alemán de la era moderna, reemplazó en 2005 al carismático Juan Pablo II, quien había sido su mano derecha durante un cuarto de siglo al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el antiguo Santo Oficio de la Inquisición.
Durante sus ocho años de pontificado, su intención de alinear a los 1.200 millones de fieles católicos contra cualquier apertura en temas como el celibato sacerdotal, el control de la natalidad o la aceptación de divorciados u homosexuales chocó con una Iglesia devorada por escándalos e intrigas. .
Tras dimitir, prometió mantener un retiro absoluto, sin seguir a Francisco.
Pero estuvo involucrado, en algunos casos, de manera involuntaria, según observadores, en las campañas de los sectores ultraconservadores que desaprueban las aperturas del pontífice argentino en el campo social.
Y a principios de 2022, estuvo plagado de acusaciones de que encubrió cuatro casos de abuso sexual de menores cuando era arzobispo de Munich, entre 1977 y 1981.
Ante la presión de un informe alemán que lo acusaba de negligencia en el manejo de estos casos de pederastia, rompió su silencio para pedir «perdón» y expresar su «profunda» vergüenza.
Con información de agencias
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