BEIJING: la economía de China se expandió un 8,1 % el año pasado cuando un mundo asolado por una pandemia se apoderó de sus productos, aunque la desaceleración del crecimiento en los últimos meses del año apunta a desafíos futuros para su economía.
Como se esperaba, la cifra del producto interno bruto anual superó fácilmente el objetivo de crecimiento oficial de Beijing del 6% o más, ya que las exportaciones aumentaron a un nivel récord. La cifra de crecimiento del 8,1% para 2021, que coincidió con las previsiones de los economistas, se suma a la recuperación del país después de la pandemia después de que China lograra una expansión del 2,2% en 2020 devastado por el coronavirus.
La historia de la economía china el año pasado tuvo dos capítulos distintos: en la primera mitad de 2021, el PIB se disparó un 12,7 % con respecto al año anterior, ya que la recuperación impulsada por las exportaciones de China alcanzó su ritmo y las comparaciones favorables con los días más oscuros de la pandemia inicial de Covid-19. 19 brote cifras halagadas.
En cambio, en la segunda mitad del año, la economía empezó a sentir el impacto de las medidas impuestas por los reguladores de Pekín para frenar algunos de los motores de crecimiento más importantes del país, entre los que destacan los sectores inmobiliario y tecnológico.
El impacto de esos movimientos coincidió con el aumento de los precios de las materias primas, cortes de energía, cadenas de suministro globales enredadas, escasez de semiconductores y aumentos globales en las infecciones por covid-19, incluidas las variantes Delta y Omicron.
Las comparaciones estadísticas más difíciles con la segunda mitad más fuerte de 2020 también elevaron el listón. Como resultado, el crecimiento del PIB interanual para los dos últimos trimestres de 2021 fue de solo 4,9 % y 4,0 %, lo que redujo la cifra de todo el año.
El desafío para la economía de China en 2022 es mantener la recuperación posterior a la pandemia por tercer año, incluso cuando el impulso se desacelera y Beijing continúa impulsando reformas a más largo plazo en la economía para impulsar su tasa de natalidad, reducir la desigualdad, reducir la deuda y hacer que el país menos dependiente del mundo.
Se espera ampliamente que el líder chino, Xi Jinping, rompa con los precedentes recientes y busque un tercer mandato en el poder, un objetivo político que exige cierta estabilidad económica y crecimiento continuo.
El desempeño de la economía de China este año también tendrá ramificaciones para el resto del mundo, que vende al país muchos de los recursos naturales que necesita y, a su vez, depende de su poderío manufacturero y su lugar central en las cadenas de suministro mundiales.
—Grace Zhu, Bingyan Wang y Xiao Xiao contribuyeron a este artículo.
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Fuente: WSJ