En unos días, Estados Unidos celebrará uno de los días más importantes de su calendario, el Día de Acción de Gracias o el famoso Día de Acción de Gracias. Es un día donde se aprecia la cosecha y el año que está por terminar.
Sinceramente, más allá de lo que suponga la celebración, me parece un día muy especial. Y aunque no necesitamos una fecha específica para dar gracias porque podemos hacerlo cada segundo mientras respiramos, puedo ver la importancia de reconocer la gratitud por todo lo que nos rodea, porque siempre, siempre, siempre (y sabes que m super siempre cuidadoso y el uso que le doy a las palabras) podemos estar agradecidos por algo de lo que estamos viviendo.
¿Cuántas veces nos olvidamos de agradecer por recordar o prestar atención a lo que «falta»? ¿Cuántas discusiones se provocan porque queremos tener la razón? ¿Cuántas horas perdemos sembrando sin tierra, remando sin agua, deambulando sin destino?
La memoria es volver a un aire que ya pasó, que ya se respiró; esa que a veces nos oxigena de pasión, pero otras veces nos contamina de nostalgia, de arrepentimiento, e incluso, me atrevo a decir, de valentía o nostalgia.
Por eso es importante que nunca perdamos la esperanza de renovarnos, de crecer, de cuestionarnos, de investigar, de soñar, de vibrar y de vivir. Porque tengamos la edad biológica que tengamos, todos tenemos pendiente la juventud, ese tiempo perdido que a veces nos picotea la cabeza porque no entiende por qué renunciamos al glorioso bien de una vida renovada, a la pasión por hacer de eso algo íntimo, personal. e intransferible una realidad. , que no acepta ni reconoce otra edad que la de la ilusión sin calendario.
Como he dicho antes, nuestros proyectos de vida son de suma importancia para mantenernos motivados.
Y volviendo a la idea anterior, me gusta esa ilusión sin calendario, porque ahí podríamos estar un poco más agradecidos en lugar de mirar los meses que están por venir, creyendo delirantes que tenemos tiempo seguro, sin embargo, ya sea te guste o no. , llegará un día en que se detenga y nuestro calendario personal llegue a su fin.
Intelectualmente cada uno tiene los años que tiene, menos los que ha perdido.
¿Cuánto de nuestra propia vida alimentamos y al mismo tiempo dejamos desvanecer por nada que realmente valga la pena?
¡Cuánta grandeza hay en la presencia, en estar ahí, mirarnos y dejarnos sentir! Podemos reflexionar para rendirnos a la gratitud.
Este año, sin duda, tengo mucho que agradecer y lo hago cada día, cada segundo. Como les dije al principio, el día de acción de gracias es un día donde se agradece la cosecha, hoy les pido; ¿Qué estás cosechando ese mañana de frutos? Recuerda que cada segundo es una oportunidad para sembrar y agradecer algo.
TESI TAFICH ROMO
tesi@frontdesk.mx
IG: @tesitafich
MBL
Continuar leyendo: El poder de la gratitud