Cuando Covid-19 golpeó en 2020, pocos podrían haber previsto que solo un año después, la industria mundial de la salud Capital privado estaría en condiciones de romper todos los récords de inversión anteriores, incluido el récord alcanzado en el auge de este sector antes de la caída de Lehman Brothers. Pero así ha sido.
La edad de oro antes grieta financiera, tantas veces evocada y convertida en leyenda del capital riesgo, va a quedar relegada a un segundo puesto por la acción de un año, el que acaba de terminar, que ha arrasado en los datos de adquisiciones de ese periodo.
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