El Madrid perdió el liderato en el Metropolitano, lastrado por un comienzo horrible en ambas partes, con un defensa de papel. El Atlético ya ganaba 2-0 en el minuto 18 y luego logró sin demasiados problemas aguantar los ataques de un Madrid bastante inofensivo, que encajó otro gol en el primer minuto de la segunda parte. Morata, con un doblete, se unió a los ex jugadores que han hecho mucho bien a su ex equipo.
Si por algo es reconocible Ancelotti es porque improvisa poco. Pocas veces se sale del guion y algunas de las veces que ha jugado a inventar el tiro le ha salido por la culata; el más sonado cuando puso a Modric de delantero centro en un clásico y el Barcelona le ganó 0-4 en el Bernabéu.
cambio de sistema
El Madrid pobló el equipo de centrocampistas
Para el derbi madrileño Ancelotti no llegó tan lejos pero cambió el dibujo y desplegó un equipo con cinco centrocampistas y un único delantero, Rodrygo. La amenaza de Vinícius quedó en nada porque el brasileño fue baja de la convocatoria por la mañana.
La idea del técnico es que su equipo tenga el balón y controle el ritmo del partido y lo consiguió, pero lo que no podía imaginar era una fragilidad defensiva tan clamorosa, sobre todo en el centro, donde Alaba naufragó por completo.
El Atlético
Seguridad de espalda y contragolpeador.
El Atlético sí cumplió con su plan de trabajo. Hizo el partido que quería y era el equipo de su vida, lo que quiere Simeone: disciplinado y luchador atrás y contragolpeador a la menor oportunidad.
El Atlético nunca estuvo preocupado por la posesión del balón. Llegó al partido con prisas y eso siempre le da un extra de coraje. El inicio fue el sueño del Atlético. Ya en el minuto tres, un centro de Lino pilló dormido a Alaba y el cabezazo de Morata batió a Kepa. Otras veces el Madrid empezó perdiendo casi en el vestuario, como ante Almería, Getafe o Real Sociedad. Parece el cruce de los blancos esta temporada: una puesta en escena calamitosa.
El principio
El Atlético ya ganaba 2-0 a los 18 minutos
El gol en contra tan temprano no despertó al Madrid pero provocó unos primeros quince minutos muy nerviosos, donde el Atlético hizo mucho daño por las bandas. En medio de la depresión visitante llegó el segundo gol, también de forma muy similar, un centro desde la banda de Saúl y un cabezazo de Griezmann.
Pudo ser aún peor para el Madrid porque a la media hora Saúl plantó cara a Kepa y el portero vasco le tapó el disparo e evitó que la hemorragia aumentara de forma alarmante.
No es raro que los equipos crezcan gracias a una parada de su portero. El Madrid lo hizo porque estableció su juego y empezó a presionar al rival profundizándose y dándole más velocidad al balón.
La mejora del Madrid
Kroos marcó en el mejor momento de los blancos
Su mejora tuvo efecto de inmediato. Valverde tuvo un cabezazo para marcar y en el minuto 34 Kroos cazó un rechace en la frontal del área y pegó al palo un disparo ajustado que supuso el 2-1.
Los últimos diez minutos de la primera parte fueron un suplicio para el Atlético, encerrado en su área y totalmente a merced del Madrid, dueño y señor del juego en ese momento.
Se pitó el gol del empate. En medio de una tormenta blanca el marcador llegó 2-2 en el minuto 41 por parte de Camavinga, pero fue anulado por el VAR por fuera de juego previo de Rüdiger. Modric protestó y recibió tarjeta amarilla. Ya en el complemento Giménez dio caza a Rodrygo, que iba solo por una banda. Alberola Rojas salió de la acción en amarillo pero si hubiera sido rojo tampoco pasaría nada.
La segunda parte
El doblete de Morata
Ancelotti cambió el dibujo para la segunda parte. Dejó a Modric en el banquillo y puso en acción a Joselu. Los blancos volvieron a su esquema habitual esta temporada, con dos delanteros. Sin embargo, su implementación fue igual de horrorosa que en la primera parte. En el primer minuto, un nuevo centro al área de Saúl lo cabeceó Morata para poner el 3-1.
Una vez más el Madrid vio el marcador muy en su contra. Esta vez a su juego le faltó la frescura de los últimos minutos de la primera parte y sobre la hora Ancelotti hizo un triple cambio. Se marcharon los dos laterales y entraron Nacho y Mendy. También se cambió el centrocampista: Tchouaméni por Camavinga. Luego sería el turno de Brahim para Kroos.
El Madrid presionó hasta el final, pero con poca precisión ante un Atlético muy cómodo. Oblak sacó un buen disparo de Brahim y el Madrid perdió el liderato en un partido que acabó en trifulca por una fea e innecesaria entrada de Bellingham a Correa en el tiempo añadido que acabó con tarjeta amarilla y pudo haber sido algo más.