Me preocupa la comentariocracia chaira. se pusieron en plan “Bob Woodward es mi guía”, y se lanzaron a descalificar al rey del cash, el libro de elena chavez sobre el corredor de dinero que ha sido la vida política del presidente, de una manera que, la verdad, sólo puede calificarse de histérica. Él te va a dar algo. Aparte de las consecuencias físicas de twittear tanto (cuidado con la tendinitis), se perciben como rayanas en un tramafat. Hay que calmarse, camaradas. Entonces, propongo, hagamos un ejercicio de ficción, para ganar perspectiva.
Supongamos que es el año 2050, y que un investigador ha decidido documentar la corrupción del gobierno de Obrador. ¿Debo tomar este libro como el único documento para documentarlo? No, pues no. Eso lo convertiría en un muy mal investigador. Pero no tenerlo en cuenta lo haría al menos igual de malo. El rey del cash, como se ha repetido, no es una investigación periodística, ni se vende como tal. Es, eso sí, un libro testimonial, y los testimonios son clave para entender los horrores del mundo al menos desde principios del siglo XX. Están allí Solzhenitsyn y Shalamov en la URSS del gulag, o la novela de la Revolución en México.
Por supuesto, el libro de Elena Chávez no tiene ni remotamente el peso de aquellos. Pero Elena era la esposa de César Yáñez, brazo derecho del hoy presidente, y en esa condición le tocó ver y oír hablar de la indecencia del taller, con los camiones cargados de dinero negro que llegaba a manos de ese presidente, que clama por el fin de la corrupción y la austeridad. Un dinero negro que, como nos cuenta este libro, utilizó para sus campañas, pero también para complementar las tarjetas de 200 pesos y cero con las que dice haber vivido, franciscano. Dinero expoliado de las arcas públicas, pero también de extorsiones a trabajadores de administraciones afines, entre otras fuentes.
Lo que pone nerviosa a la comentarocracia oficial es que el rey del efectivo Llega en un muy mal momento para la imagen del presidente. A estas alturas ya tenemos mucha evidencia de la forma de financiación cuadroteísta, desde los viejos vídeos de Ímaz y Bejarano, a Ponce, a Delfina, a Martinazo, a Pío, a la obscenidad de embolsarse el fideicomiso de las víctimas. del terremoto
Sí: el libro combina maravillosamente con montones, montones de pruebas tangibles. Pero hay más El sexenio del pañuelo blanco, del fin de la corrupción, es el de Segalmex, el del hijo de Bartlett, el del saqueo del Instituto para devolver al Pueblo lo Robado o el de Guevara, ni hablar del concesiones a algunos militares de alto rango. En resumen, este sexenio, este proyecto de país, no es que tenga casos de corrupción: es que su materia prima, su esencia misma, es la corrupción.
Yo también estaría al borde del tramafat.
POR JULIO PATÁN
COLABORADOR
@JULIOPATAN09
MAAZ
