El salario mínimo en Venezuela, que aumentó de 7 bolívares (1,60 dólares) a 130 bolívares (29,68 dólares) durante un año, desde entonces ha caído un 82% en su equivalente en moneda estadounidense -referencia en el país para fijar precios- hasta 5,31 dólares, como consecuencia de la devaluación de la moneda local.
La caída de los salarios, en un país donde casi todo -hasta la gasolina- se cobra en dólares, afecta principalmente trabajadores publicos y pensionados -que perciben el equivalente a un salario mínimo mensual-, que han protagonizado más de 1.500 protestas desde enero, según una ONG, para exigir un aumento de sus ingresos.
Aunque la ley venezolana establece que el salario debe cubrir las necesidades básicas del hogar, una familia de cinco Necesita al menos $ 482.26 por mes para sus gastos de alimentación, según el Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM), una referencia ante la falta de cifras oficiales.
Desigualdad
El economista y profesor universitario Leonardo Vera dijo a Efe que el último año ha significado, «sobre todo para los empleados del sector público y para una gran masa de pensionados y jubilados», que en Venezuela «añadir más de 5 millones de personas»un «deterioro muy significativo en el poder adquisitivo de sus ingresos y en sus condiciones de vida».
En cambio, en el sector privado, donde «los ajustes salariales son más flexibles», se ha visto, «en los últimos dos años, una mejora en los salarios incluso en dólares».
Según un estudio reciente elaborado por la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), el salario promedio de un trabajador del sector manufacturero pasó de 130 a 170 dólares entre el primer y cuarto trimestre del año pasado, lo que representa un aumento del 30%.
Por otro lado, «la realidad en el sector oficial», que incluye también «el sector educativo, el sector salud y las Fuerzas Armadas», es que el «salario no se ajusta (…) desde hace un año», en un país donde «la inflación sigue rondando el 300-400% año tras año».
parte de una estrategia
En Venezuela los ajustes salariales fueron muy frecuentes hasta 2018, año en el que se decretaron seis aumentos, con los que sumaban “nada menos que 47” desde la llegada de la llamada revolución bolivariana, en 1999, hasta entonces.
Pero desde 2019, explicó Vera, el Gobierno viene implementando un “programa antiinflacionario” con diversas medidas, entre ellos «reprimir el salarioes decir, evitar ajustes salariales a como se venían produciendo».
“En Venezuela, desde hace varios años, se estaban haciendo ajustes salariales semestrales, incluso trimestrales, (…) pero han tratado de espaciar el período de ajuste salarial”, dijo.
Otras medidas que integran esta estrategia oficial «no anunciada» también han consistido en detener la suba en el precio oficial del dólarpara evitar el encarecimiento de los productos y la contracción del crédito, que es escaso en el país.
En opinión de Vera, sería conveniente establecer un «plan de ajustes progresivos» para intentar que, con el tiempo, el salario “se pueda acercar a esa canasta de alimentos” cercana a los 500 dólares.
Aunque, en este contexto de constantes devaluaciones y alta inflación, lo ideal sería «marcar el salario mínimo en cualquier otra moneda (…) para tratar de proteger el poder adquisitivo».
El Gobierno, por su parte, insiste en que las sanciones internacionales impuestas al país -especialmente por Estados Unidos- han afectado su capacidad de pagar mejores salarios y garantizar los derechos de los trabajadores.
El Ministro de Trabajo, Francisco Torrealba, afirmó recientemente, en la presentación de un informe a la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que Venezuela está un «país asediado con 923 medidas coercitivas unilaterales»Por ello, trabaja en conjunto con el Observatorio Antibloqueo de Venezuela para conocer su impacto y la incidencia en el salario mínimo.
Agencia EFE
pb