«El Sur también existe» es un poema del uruguayo mario benedetti cuya razón es dar voz a la región más desfavorecida del planeta, ante un Norte que “siempre es el que manda”. Lo curioso es que las diferencias entre el sur y el norte no solo se reflejan en la comparación de los países desarrollados con los menos favorecidos, sino que dentro de cada nación parece que el norte termina siendo más industrializado y con más ventajas competitivas.
En los últimos meses hemos escuchado cada vez más el término: deslocalización, que no es más que una «deslocalización» industrial; es decir, el traslado de la producción industrial de una región a otra o de un país a otro, buscando principalmente menores costos de producción, transporte, logística, etc., reduciendo también el tiempo y buscando otros beneficios como evitar barreras culturales u otras franjas horarias que complicar la comunicación entre empresas.
El término opuesto es “offshore” que se refiere a la subcontratación de mano de obra en países lejanos y con diferencias horarias considerables. La práctica más común en el comercio exterior donde la mayoría de las empresas, especialmente estadounidenses, buscaban la competitividad que ofrecía. Porcelana para producir sus productos allí a costos más bajos.
sin embargo, el Guerra comercial y política entre Estados Unidos y Chinasumado a los altos costes de transporte que ha supuesto la crisis del contenedor y los problemas de producción que ha dejado la pandemia en los países asiáticos, nos ha hecho replantearnos la
empresas globales, donde deben estar para seguir siendo competitivas. Y afortunadamente nuestro país, gracias a su cercanía geográfica con Estados Unidos y a la existencia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) reducen las barreras institucionales y monetarias al comercio y facilitan el tránsito de productos entre estos dos países.
El Banco de México, Banxico, destaca en una encuesta los principales factores a los que se puede atribuir la llegada de más empresas extranjeras a México que buscan beneficiarse de su cercanía con el principal mercado consumidor del mundo. Así, otorga el 49,3% a las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos; el 49,0% a las reglas de origen del T-MEC; el 33,3% a la pandemia de COVID-19; el 29,3% a la guerra entre Rusia y Ucrania; 28,1% al desarrollo antes de la pandemia y la guerra
comercial por otros factores; y el 12,1% a otras causas.
En consecuencia, concluye Banxico, México es un candidato natural para la reubicación de empresas proveedoras de bienes al mercado estadounidense.
La encuesta destaca que «el 16% de las empresas con más de 100 trabajadores a nivel nacional se han beneficiado de alguna manera de este fenómeno en los últimos 12 meses, ya sea por una mayor inversión extranjera directa o por una mayor demanda de empresas radicadas en Estados Unidos, por parte de empresas que trasladaron sus operaciones a México, o por otras empresas mexicanas que se beneficiaron del nearshoring”.
Sin embargo, y de ahí el primer párrafo de esta columna, Banxico también realizó una estimación de la posible magnitud del impacto de la deslocalización de empresas según información de la Encuesta Mensual de Actividad Económica Regional.
“La incertidumbre sobre la magnitud del impacto que implica la reconfiguración de las cadenas globales de valor para la producción nacional es alta. En los últimos 12 meses, las empresas observaron mayores cambios en la región
norte, y esto se ha manifestado en un aumento de la producción con la capacidad previamente instalada más que en una mayor inversión en la ampliación de dicha capacidad o en la adquisición de nuevas plantas o establecimientos”.
“El aumento observado de la inversión extranjera o la demanda de la reconfiguración de las cadenas productivas, la región con mayores incrementos previstos en la producción y la inversión en el sector manufacturero es el centro norte”.
Sin embargo, Banxico señala que, en cuanto a la dimensión regional, los efectos ya observados en la región norte han sido proporcionalmente mayores, seguidos por los observados en el centro, cuya magnitud es muy similar a la del norte, y luego por el
centro norte y finalmente el sur. Aquel por el que ha apostado el gobierno federal en este sexenio con proyectos como el Istmo de Tehuantepec o el Tren Maya, pero cuya consolidación tardará muchos años más para detonar la inversión y el desarrollo en esta región olvidada durante décadas. . “… pero aquí abajo / cerca de las raíces / es donde la memoria / ningún recuerdo omite / y hay quienes se desmoronan / y hay quienes se desvían / y así entre todos logran / lo que era imposible / para que todo el mundo sepa / que el Sur también existe”.
JOSÉ IGNACIO ZARAGOZA A
EXPERTO EN COMERCIO EXTERIOR
@ignaquiz
MAÍZ
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