El truco de la bolsa amarilla y la manipulación de IKEA para que compres más | Life

IKEA quiere que compres cuando entres en sus tiendas y lo hace con un truco que utiliza su famosa bolsa amarilla. Vamos a explicarte cómo la empresa consigue que gastes dinero aunque no quieras.

Los pasillos laberínticos de IKEA son solo uno de los secretos de la compañía para conseguir que los usuarios que entran en la tienda acaben con los carritos repletos de objetos. Esta batalla entre el consumismo impulsivo y la razón comienza desde el momento en que ingresas a la tienda.siendo la primera victoria de IKEA gracias a su bolsa amarilla.

Este elemento inocuo es una de las primeras estrategias que tiene IKEA para que los usuarios den rienda suelta al consumismo. La situación es la siguiente: entras IKEA, tomas una bolsa amarilla y comienzas tu recorrido por la tienda. El simple hecho de haber cogido esta bolsa hace que algo cambie en tu interior.

Al aceptar cargar con este artículo, automáticamente se ha puesto en condiciones de comprar. Sí, Con solo llevar esta bolsa estás accediendo, sin darte cuenta, a la posibilidad de comprar en IKEA y, por tanto, verás con mejores ojos los productos que encuentres durante tu visita a la tienda.

El truco es bastante sencillo y, de hecho, es algo que se ha utilizado en diferentes modelos de negocio. Al tener que llevar un elemento que te ayudará a la hora de cargar los productos desde el primer momento, lo siguiente que tendrás que hacer básicamente será empezar a comprar para poder llenar esta bolsa amarilla.

La bolsa amarilla de IKEA está pensada para que la compres

Y, es que, no importa si no has visto el Catálogo de IKEA o no quieres ningún mueble para el cocina, dormitorio o sala de estar. Al llevar esta pelota al hombro, le estarás indicando a tu subconsciente que estás predispuesto a gastar dinero y, por tanto, acabarás comprando muebles como sofás o cualquier tipo de decoración para el baño o el salón.

Tal y como ha explicado The Sun, la técnica de la bolsa amarilla de IKEA es una técnica más que utiliza la corporación sueca para conseguir que las personas que entran en la tienda acaben pasando por caja. Además, así lo ha confirmado Johan Stenebo, director de IKEA, dejando claro que esto es algo que hacen de forma consciente.

La próxima vez que vayas a IKEA con la intención de no comprar nada para tu dormitorio, cocina o salón, recuerda dejar la bolsa amarilla en la entrada ya que una vez que la tengas en tus manos lo más probable es que acabes gastando dinero en algún elemento de su amplio catálogo; incluso si no lo querías al principio.

Con información de Telam, Reuters y AP