El paseo que te dará el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) a Elon Musk, Dueño de Tesla y nuevo inversionista destacado en México, será una de esas visitas icónicas que pondrán al dueño de Twitter en una especie de pedestal santificador ante la gente; algo así como lo que sucedió cuando Juan Pablo II llegó al país y la gente lo aclamó porque su presencia se sentía como un bálsamo milagroso para el sufrimiento nacional.
Y eso es lo que AMLO ya ha detectado en Musk, y lo que Elon podría representar para México. Cuando venga, Musk será presentado como el visionario —que lo es, sin duda—, pero también como el gigante que fue seducido por el proyecto del Corredor Transístmico de Oaxaca a Veracruz, por los parques fotovoltaicos en Sonora, y por las posibilidades de Hidalgo. para fletar aviones llenos de baterías de AIFA.
Así, con un Musk convencido no solo de traer su mega fábrica a Monterrey, sino también de destinar 200 o 300 millones de dólares a una planta de baterías, el Presidente tendrá un aliado de ensueño. AMLO podría otorgarle un pasaporte, o al menos la Orden del Águila Azteca, y el público podría reconocer que, como hermano, ya califica como mexicano.
Todo lo anterior será de mucha utilidad para el Presidente, Morena y su candidato en 2024 porque cierra la dolorosa discusión de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco y el adverso clima de inversión en México. Pero también ayudará a Musk, que ayer presentó un diagnóstico detallado —durante su Investor Day en Texas— de la transición energética a la que aspira. Musk es optimista de que «una economía energética sostenible está al alcance y podemos acelerarla».
El dueño de Tesla apareció mágicamente en el escenario nacional para ayudar al discurso de la 4T y, si AMLO termina seduciéndolo como es debido, catapultará a su gobierno.
Además, su repentina presencia en la escena mexicana deja en un lugar muy dudoso a los empresarios nacionales, quienes no solo han fallado en lanzar al mercado una sola marca mexicana de autos. Vaya, ni siquiera han podido comercializar una pasta de dientes de marca nacional que compita contra Colgate o Cresta.
De esta forma, Elon también le serviría a la 4T para cuestionar las capacidades de los empresarios locales, reforzando la idea de que muchos de los pertenecientes a las élites eran estorbos del sistema y ahora se han asentado en la cultura de la denuncia. De repente llegó Elon Musk para hacerles ver lo que son… Y ese es el potencial que tendrá la 4T, habiendo captado la atención del empresario más relevante de nuestra generación en el mundo.
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POR CARLOS MOTA
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