En 10 días, vencen US$ 2.800 millones y el FMI aún no confirmó cuando destrabará fondos para pagar la deuda

Mientras el Gobierno espera la llegada de un desembolso de 4.700 millones de dólares para cubrir los vencimientos que caen a fin de mes, el Fondo Monetario Internacional Aún no ha confirmado cuándo se reunirá La junta en Washington para autorizar el cambio acordó hace casi dos semanas con las autoridades argentinas durante la visita de una misión del organismo en Buenos Aires.

El soporte es clave en la hoja de ruta del Ministro de Economía, Luis Caputo: tiene ese dinero para pagar los US$ 1.950 millones que fueron postergados hasta el 31 de enero y los pagos de abril con el organismo. «Entiendo que llegan a fin de mes«, señalaron en Economía, aunque los recursos no podrán utilizarse para cubrir los US$ 830 millones de intereses que vencen el 1 de febrero.

Hace 11 días, Caputo, el programa caído fue revivido y llegó a un acuerdo técnico con el FMI, mediante el cual se comprometió a alcanzar un superávit primario del 2% del PBI y a comprar 10.000 millones de dólares de reservas en 2024. A cambio de avanzar en el plan de ajuste, «Argentina tendría acceso a casi 4.700 millones de dólares, sujeto a la aprobación del directorio», informó el Fondo.

Los dólares corresponden en parte al desembolso que había quedado pendiente en noviembre tras el incumplimiento de metas en la gestión de Alberto Fernández y el ministro de Economía, Sergio Massa, y el resto es un adicional. Caputo reconoció que No era «plata nueva»pero que iba a servir para pagar el préstamo de la CAF por US$ 900 millones en diciembre y los vencimientos de capital hasta abril.

Durante el foro de Davos, Suiza, la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, destacó la semana pasada el «buen encuentro» que tuvo con Javier Milei en su primer encuentro cara a cara y reveló que hablaron sobre la «profunda situación económica y desafíos sociales y medidas decisivas para reducir la inflación», pero sin dar señales sobre el llamado al directorio para aprobar la séptima revisión.

Retrasos en la confirmación de la reunión en Washington coinciden con los desafíos que enfrenta el Gobierno para controlar la inflación que alcanzó el 211% anual, las renovadas presiones cambiarias que llevaron la brecha al 60% y las dificultades para aprobar el paquete de reformas contenidas en el DNU y la ley ómnibus, en vísperas de la primera huelga general convocada por la CGT para este miércoles.

Aunque Milei destacó recientemente que el acuerdo con el Fondo fue «la negociación más rápida de la historia» y que su plan de ajuste es «mucho más profundo de lo que solicitó el FMI», el organismo se mantiene expectante sobre los avances en el Congreso. . La importancia de esta cuestión se hizo evidente en Davos, donde Caputo Recibió decenas de consultas sobre «reformas económicas».

El paquete legislativo es estratégico para el gobierno. En sus 664 artículos, el primer proyecto oficial enviado al Congreso contiene medidas para reducir el déficit y cumplir con el Fondo, como la privatización de empresas, la suspensión de la fórmula jubilatoria y el aumento de retenciones, tres puntos que ahora son objeto de fuerte tira y afloja en las negociaciones con los aliados y la oposición.

Desde la organización ya dejaron claro que esperan que el Gobierno genere la «Apoyo político» para aprobar la ley por sus implicaciones fiscales. Otras medidas, como recortar el gasto en subsidios, obras públicas, planes sociales y transferencias a provincias, no dependen del Congreso. Pero Caputo advirtió que, si la norma no se aprueba, el ajuste será más difícil.

Con información de: Telam, AF News y OpenAi

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